Hay barro ya, y mucho. No hablo del generado por la lluvia, sino de ese símil que acompaña a la vida política. En este caso, la local, que es la que nos ocupa. La tensión en este mandato se ha palpado en el ambiente desde el minuto uno, por el mal perder de todos aquellos que se veían vencedores y merecedores de hacerse con el poder, y por la situación de minoría de quienes gobiernan desde el mes de junio. El panorama venía enrarecido desde el minuto uno, pero que la cosa ya está netamente enfangada se constató el pasado jueves en el pleno municipal. Esas cuatro horas y media de sesión eterna, dieron muestra clara de la realidad actual. Allí, se tuvo la oportunidad de ver como, por ejemplo, se puede hacer política intentando utilizar a un colectivo, desde dentro y desde fuera. Es el caso de la Asociación de Vecinos del barrio de Santa Catalina y el culebrón de su sede, donde quedaron pocas cosas claras en la puesta en escena, solo las ganas de sacar rédito. Que se queden en local, se trasladen a otro, o compartan 'solidariamente', solo el futuro lo dirá... También, en el pleno, se puso en evidencia cómo las herencias se pueden interpretar como el vaso medio lleno o medio vacío (hasta desbordado o seco), y que cada cuál les pone la fecha de caducidad que más conviene. Incluso llama la atención observar cómo se clama desde el dramatismo forzado por una mesura política del actual primer edil (pidiéndole de forma exagerada que rebaje el tono) por parte de aquellos que ejecutaron su poder sin piedad durante los cuatro años anteriores. Hablo de la portavoz del Partido Popular que parece haber olvidado como aplaudía y compartía las formas despóticas de la exalcaldesa (lejanas a las actuales, de momento), entonces su jefa y cómplice. Sospecho que los que se acaban de estrenar en política tomaron conciencia de lo que les espera de aquí en adelante cada último jueves de mes, porque esto no ha hecho nada más que empezar.
Un comienzo de ciclo, por cierto, que (cambiando de tercio) ha estado acompañado con hasta cinco sentencias perdidas en temas de personal, cuatro de bomberos y una de Policía Local. La más reciente obliga al Ayuntamiento a pagar a la última promoción de policías locales en prácticas por los servicios extraordinarios. Un pago que siempre se había hecho, pero se les negó en esta ocasión por un informe de los máximos responsables técnicos en materia de Personal (una vez más) que parecen haberse puesto de acuerdo para intentar empapelar sus despachos de arriba a abajo con los folios de las sentencias perdidas. Quizás es hora de que desde el ámbito político se investigue si hay que depurar responsabilidades al respecto, o tomar medidas disciplinarias. Así lo piden los trabajadores, que han salido a denunciar que no es normal tener que acudir de forma reiterada a los Tribunales para que se les reconozcan unos derechos que son evidentes, y cuyos gastos jurídicos finalmente pagamos todos los contribuyentes.
Para terminar, dadas las fechas en las que estamos y que hoy se procede a encender el botón de la iluminación navideña, solo puedo definir la programación como totalmente continuista. Una iluminación mejorable, cochecitos (que no carrusel) en San Antonio, Parque Infantil Navideño, churrerías y la pista de patinaje sobre hielo... Es verdad que parte de la programación estaba ya cerrada, y los presupuestos también estaban hechos… En cualquier caso, se echa en falta algo rompedor, a mayores. Me reitero en lo de siempre, hay que empezar a tomar conciencia de que hemos perdido el tren de la estética, la modernidad y el espectáculo. Es necesario quitarse los complejos del gasto, y convertirlo en una inversión en turismo, en vida comercial y social, y en repercusión. Tener una imagen a la altura de una ciudad como Aranda (ni más ni menos), y para eso es necesario reinventarse. Para ello y muchas otras cosas (sí, más importantes) será imprescindible aprobar un presupuesto que, como estaba cantando, no estará para principios de año. La negociación está encallada, y mucho más allá de las liberaciones (no nos engañemos). Eso será ya en otro capítulo...
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