El hipotético nuevo auditorio municipal lleva siendo un tema recurrente desde hace casi dos décadas. Empezó a coger auge la idea a partir del momento en el que se fue consciente de que la Casa de Cultura no cumplía las mínimas condiciones para acoger representaciones y eventos de primer nivel. Además, sus 299 butacas se quedan cortas para dar cabida a la demanda de este tipo de espectáculos. Su existencia es útil, cumple una función acorde a cierto tipo de actividades, representaciones, conferencias y presentaciones, pero, sin duda, se necesita ir un paso más allá.
Con la presentación del presupuesto municipal, y la irrupción en inversiones de una partida de 650.000 euros para el nuevo auditorio (como confirmó el alcalde), se ha vuelto a poner en primera línea el debate sobre esa necesidad, en torno a diferentes alternativas que existen al respecto. Llama la atención una partida tan amplia para la contratación de la redacción de un proyecto de nuevo edificio, por lo que todo apunta a que se baraja, además, la posibilidad de compra del Teatro Cine Aranda y su posterior rehabilitación. Una vez abierto el melón, surgen los defensores y detractores de una posibilidad y de la otra. En las enmiendas de los presupuestos por parte de los grupos de la oposición, el auditorio ha sido (junto a las liberaciones) un tema estrella. El Partido Socialista pide que se retire esa partida porque no le han dado información al respecto. En resumen, que no se les ha precisado si el auditorio es nuevo o no. Mientras, el Partido Popular dice que auditorio sí, pero nuevo y que se especifique que se situará exactamente en la Carretera Valladolid. Defienden que ese es el lugar donde se quería ubicar en el anterior mandato, aunque no explican que la parcela reservada para esos fines culturales es en la que se levantó la nueva Comisaría de Policía Local.
Como arandina, siempre me ha gustado la idea de poder recuperar para la ciudad el Teatro Cine Aranda. Un edificio singular, con una situación privilegia en pleno centro urbano y con más de un siglo de historia a la orilla del Duero. Evidentemente, no se pueden cerrar los ojos ante los problemas con los que habría que lidiar, que pasan por llegar a un entendimiento económico con los propietarios, lograr un acuerdo de futuro con la Confederación Hidrográfica del Duero que tiene una concesión de terrenos con los dueños, y el alto coste que supone rehabilitar ese inmueble adaptándolo además a las nuevas normativas. Aunque, también es cierto que, si se saben jugar las bazas, la puesta en valor de un edificio de esas características podría abrir la oportunidad de acceder a más líneas de ayuda que una nueva construcción. Eso sí, siempre que se den los pasos adecuados y poniendo en valor su riqueza arquitectónica. Buscando en la hemeroteca, llama la atención el caso de Miranda de Ebro y su teatro Apolo. El coste de rehabilitación ascendió a 7,44 millones de euros y su financiación se realizó al 60% por parte del gobierno central, 30% la Junta de Castilla y León y 10% el Ayuntamiento. Se reinauguró el 8 de mayo de 2015, tras varios años de obras.
No es la primera vez que se tantea la compra del Teatro Cine Aranda, ya lo intentó Azucena Esteban, siendo concejala de Cultura, allá por el año 2017, llegando a reunirse con la Confederación Hidrográfica del Duero. Entonces, encontró la oposición de sus propios compañeros que veían con mejores ojos la adquisición del Centro Cultural de la Fundación Caja de Burgos. Se centraron en esa segunda posibilidad que tampoco cuadró al pedir los propietarios 6,6 millones de euros, frente a la tasación municipal encargada un arquitecto que fijaba su valor en 2,6 millones. Nunca más se supo.
En lo que se refiere a la opción del nuevo auditorio pasaría por la redacción de un proyecto adaptado a las necesidades de la ciudad y su dotación presupuestaria para la ejecución del edificio y de las plazas de aparcamiento. Un precio que, algunos expertos, sitúan en entre cinco y seis millones de euros, aunque esos cálculos siempre se acaban quedando cortos. Por lo menos, en lo que aquí estamos acostumbrados. En definitiva, se abre de nuevo el debate y se admiten apuestas. Eso sí, no está de más recordar que, a nivel municipal para este proyecto también se necesitarán apoyos en la búsqueda de la mayoría.
Foto: Burgos Film Commission
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