Sanidad, tren, autovía, circunvalación… Esas son quizás las más importantes, pero no las únicas. Tenemos tantas necesidades, nos escuchan tan poco y nos dan tan escasas soluciones (más bien ninguna), que algunas veces unas reivindicaciones eclipsan a otras y viceversa. Las pancartas, en ocasiones, revindican el nuevo hospital, en otras la llegada de médicos especialistas o la reapertura de la línea férrea. Hace años también la A-11, la Autovía del Duero, aunque en esta lucha hemos perdido protagonismo en los últimos tiempos. Peñafiel y Soria abanderan ahora mismo esa batalla, aunque no debiera de ser así porque los arandinos y ribereños somos también unos grandes damnificados de la falta de esa infraestructura.
El otro día, un ciudadano me preguntaba quién estaba liderando en la actualidad en Aranda la lucha por la Autovía y, la verdad, es que, a las citas mensuales para exigir la infraestructura, un domingo al mes en Peñafiel, acuden arandinos a titulo particular y algunos miembros de otras plataformas, pero nada más. Al hilo, recuerdo que hace un tiempo, algo más de un año, surgió por parte de los sindicatos una idea de aglutinar en una todas las reivindicaciones y bajo una sola plataforma. La idea no cuajó, se tomó con recelo por parte de otros colectivos, incluso de partidos políticos. No digo que fuera la forma idónea, puede haber otras, pero la verdad es que siempre me ha parecido admirable el ejemplo y la actitud de ‘Soria, Ya’, la plataforma soriana que lucha por los derechos de una de las capitales de provincia más olvidadas de este país. Con unos mensajes reivindicativos, originales y creativos, han conseguido llamar la atención y también hablar del futuro de una tierra en global, aunar todas las demandas y necesidades en una sola voz. La última ocasión, el día de los Santos Inocentes, cuando hicieron un símil de las inocentadas que llevan sufriendo los sorianos por las reiteradas promesas incumplidas. En ese abandono absoluto por parte de las administraciones y en otras cosas, nos parecemos mucho, sorianos y arandinos.
La fuerza de la sociedad se ha visto aquí reflejada en Aranda en muchas ocasiones y ese peso podría ser mayor con un gran frente común por el futuro de la ciudad y la comarca. Es una reflexión que ahí dejo.
Trabajo realizado, trabajo cobrado
Y en este espacio de mi otra crónica, quiero también aprovechar para denunciar un asunto que en los últimos días me ha parecido indignante. Desde hace años, Cáritas desarrolla en Aranda el programa de atención a las personas sin techo. También lo hizo en el año 2018. Atendió a un total de 248 personas en situación de indigencia a través de servicios de asesoramiento, comida, alojamiento, higiene y ropero. Pues bien, después de hacer su trabajo, el Ayuntamiento trasladó a la ONG, la pasada semana, que no le pensaba pagar los 32.000 euros del coste anual del servicio porque había reparos de intervención y secretaría.
La explicación es que no se puede hacer el trabajo vía convenio, como se ha hecho siempre, sino vía contrato y había que haberlo sacado a concurso público. De esta manera, a partir del 1 de enero, el Ayuntamiento asume directamente ese servicio, hasta que se haga un pliego y se adjudique el mismo. La Junta de Gobierno Local puede levantar el reparo de intervención y pagar el trabajo de 2018, lo ha hecho en otros casos, pero según dicen se niegan a tener titulares en contra en la prensa cuando el Tribunal de Cuentas les llame la atención por ello. Otras veces no se han sonrojado. Le dicen a Cáritas que reclame el pago en el juzgado, que va a ganar porque el trabajo está hecho y hay que pagarlo. Claro que nos costará a todos los arandinos más caro, tendremos que pagar fijo las costas del proceso judicial. Me pregunto una cosa, cómo alertan ahora de esta situación, si ya en el presupuesto municipal aparecía como convenio y nadie dijo nada en contra. Y otra más, si hubiera sido una empresa privada hubiera pasado lo mismo. Ahí lo dejo.
Y para finalizar, otro recuerdo, para esos alcaldes de la mancomunidad Ruta del Vino Afluente Rural, de los que la Junta de Castilla y León pasa soberanamente. No hay noticia alguna de esa subvención de dos millones que adeuda la Administración Regional desde 2010, destinada al Parque de la Lana, actualmente cerrado. Están endeudados y ahogados por los intereses de un préstamo que se pidió una vez concedida la ayuda, aunque no cobrada, claro. El dinero pedido estaba bastante por debajo de la cifra que les iba a entregar la Junta, por lo tanto, no hubieran tenido problema alguno si se hubiera cumplido lo prometido. Encima del problema que tienen a su espalda, tuvieron que escuchar como una procuradora del PP, Irene Cortés, les llamaba temerarios, por gastar demasiado. Paciencia, por demás, es lo que están teniendo.
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