Se dice que, a año nuevo, vida nueva. Una frase de motivación que sirve poco más allá que para eso: motivar. Se cambia el dígito, se cambia el calendario, pero la realidad está presente en las mismas circunstancias. Especialmente en la vida municipal, donde no hay sitio para los buenos propósitos del nuevo año. Como mucho, este año, como cada cuatro, puede haber uno, ese de ganar las elecciones y perpetuar el estatus. Lo digo porque nada más empezar el año, nos hemos encontrado con lo mismo de siempre. Esos temas dignos de los mejores culebrones. Por ejemplo, el de la plaza de toros. El juzgado ha tumbado una vez más las artimañas municipales. En este caso, la última (del pasado mes de agosto) de dejar fuera de ordenación de la plaza para poder dar tardes de toros, a pesar de no tener licencia de apertura al declararse ilegal. Todo aquello, como ya se recogió en Otra Crónica, fue simplemente una lavada de imagen pública para demostrar a “su pueblo” que el pan y circo es lo primero y querían dar toros a toda costa. Ahora, esas artimañas dan un as más al propietario para guardarse bajo la manga. Y mientras tanto, parece ser que el Ayuntamiento apuntala una propuesta legal para comprar esa plaza de toros. Cualquier precio que se pague por ella será mucho. Se compra un inmueble ilegal, sin acabar, que hay que reformar y que dista mucho del auditorio que necesitamos. Se convertiría en un pozo sin fondo, como tantos otros.
En ese más de lo mismo, este es el tercer año consecutivo que empieza sin retén de bomberos. Así como quién no quiere la cosa, el tiempo pasa y las soluciones no llegan. Un ejemplo más. Se quita importancia a esa carencia, pero por dos veces consecutivas durante la Navidad, Aranda se quedó varias horas sin servicio de bomberos porque los efectivos tuvieron que salir fuera de nuestra zona de influencia. Una nave agrícola, un accidente grave… y lo que puede venir… Pero nada importa… Nada pasa, hasta que pasa algo…
El nuevo año no ha traído tampoco novedades en la Avenida de Castilla, La Glorieta Rosales o la Avenida de Portugal… Obras, todas ellas, que tendrán que esperar al buen tiempo para brotar como la primavera, (dedos cruzados mediante) … Y para el mes de febrero, los Jardines y el Puente de Bigar… Y lo mismo, podremos pronosticar cuándo empiezan, lo que ya es misión imposible es apostar sobre seguro cuando van a acabar. Y en estas semanas también llega la agónica despedida de la Ciudad Europea del Vino, esa de los 900 millones de éxitos y repercusiones (no vale reirse). Esa del ambicioso programa de actividades que se cayó de lleno. Y.... también, en los próximos días, llegarán novedades electorales, no se confíen que va a ser más de lo mismo… Advertido queda…
Para terminar, simplemente una petición de los Reyes Magos. Para otra vez, dejen desfilar a gusto a sus majestades… Que Melchor, Gaspar y Baltasar saluden a los más pequeños y les dediquen unas palabras… Desde hace años me pregunto qué pinta los políticos desluciendo una celebración que tiene que estar llena de magia y especialmente diseñada para los niños. Bochornoso me parece que los políticos quieran robar plano y protagonismo incluso a los Magos de Oriente en su día más significativo. Me genera hasta cierta vergüenza ajena. ¿Qué se ha hecho siempre? Sí, pero eso no significa que esté bien. La vida evoluciona, está claro que los políticos no.
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