No tienen nada claro desde la Asociación de Empresarios de la Construcción (ASECON) que el Ayuntamiento de Aranda de Duero vaya a lograr disponer del nuevo Plan General de Ordenación Urbana antes del mes de septiembre. Sólo quedan seis meses para que expire el plazo de suspensión de otorgamiento de licencias que se otorgaba para dos años, y el presidente de ASECON, Eduardo López, recuerda que, si no se consigue en este plazo, Aranda volvería a retrotraerse al PGOU del año 2000.
Y lo haría por segunda vez, ya que el que se inició en 2014 expiró en 2016 tras someterlo a exposición pública para la presentación de alegaciones. “Nunca contestaron a las alegaciones, y ahora queda medio año y tampoco lo han hecho. Llevamos camino de que les pille otra vez el toro”, indica el representante de los constructores, quien entiende que el equipo redactor “debe de estar deseando terminar”. “Se les contrató en 2012 y diez años después aún no han podido terminar. En este tiempo se habían hecho el de Madrid y el de Barcelona pero aquí no hemos sido capaces, y no sé a quién echar la culpa”, afirma López.
Aunque se llegase a tiempo, los constructores no tienen claro que el nuevo plan vaya a beneficiarles. El nuevo PGOU planteado disminuye la edificabilidad y empeora aspectos como los vuelos, dimensiones de plazas de garaje o rampas. “Yo personalmente prefiero lo antiguo y estoy deseando que llegue septiembre y que se les caiga la cara de vergüenza por no haber sido capaces”, comenta el constructor enfadado y añadiendo que la pandemia “les ha venido bien”, incluso “para poner una barrera y que ya ni te acerques, que tengas que hacer todo por teléfono”.
Entretanto, mientras que el de la construcción es uno de los sectores que no ha parado de trabajar a pesar de la pandemia, se enfrenta durante estos meses a un duro momento teniendo en cuenta que los nuevos proyectos llevan consigo la obligatoriedad de cumplir con dos PGOU: el nuevo, por si se aprueba, y el antiguo del 2000 por si no se consigue. “Tenemos que cumplir con los planes y es un problema, porque muchas veces no existe entre ellos compatibilidad, no es fácil cumplir”. A ello se une que hay unidades de ejecución que dependen de la aprobación de la normativa para desarrollarse.
“No tener un PGOU da una inseguridad tremenda porque no sabes ni para donde moverte, una incertidumbre urbanística que echa para atrás a cualquier empresa que quiera establecerse. Si a ello se suma el tapón que hay en oficina obras, apaga y vámonos. Dedicarse a este sector en este pueblo se le quitan las ganas a cualquiera cuando para una licencia sencilla te hacen esperar meses”, se lamenta el presidente de ASECON, quien termina diciendo que “te estás pegando para crear puestos trabajo y actividad, y encima tienes que estar suplicando. Esto acaba con la paciencia de cualquiera”.
La alcaldesa afirma que sí que dará tiempo
Por parte del Ayuntamiento, la alcaldesa de Aranda recuerda que la paralización de Plan General de Aranda se debió a que fue necesario retrotraer a 2014 el documento debido a un error en el procedimiento. Y esto ha provocado también que se haya tenido que firmar un nuevo contrato con la empresa del equipo redactor para que asumiese los trabajos extras que no estaban previstos.
“El equipo redactor ha tenido que evaluar las alegaciones anteriores, que ya las tenía hechas evidentemente, y las nuevas alegaciones. Un trámite a mayores para el que ha habido que hacer una modificación presupuestaria”, recuerda Raquel González.
La modificación presupuestaria se hizo, en el último Pleno ordinario correspondiente al mes de febrero. Se aprobaron 44.165 euros para hacer frente al pago que se tuvo que realizar en el proyecto de redacción. “Ahora que ya está publicada la modificación presupuestaria espero que en los próximos días nos puedan mandar las alegaciones estimadas, yo creo que este mes, y ya llevarlo a comisión y a pleno”, manifiesta la primera edil.
“Espero que a más tardar en el mes de abril podamos llevar la modificación a pleno para que luego el último paso sea la aprobación provisional y el siguiente paso sea la aprobación definitiva por parte de la Junta de Castilla y León”, finaliza señalando Raquel González.
En realidad, las primeras alegaciones ya se encontraban resueltas en el mes de julio, como así lo indicó el concejal de Urbanismo Alfonso Sanz entonces. 120 alegaciones que se presentaron a los grupos políticos donde el 85% se refieren a zonas de Aranda, un 5% al barrio de Sinovas y un 10% a la pedanía de La Aguilera.
Por tanto, el trabajo del equipo redactor que tendrá que entregar contendrá la resolución a las alegaciones presentadas por los grupos municipales tras haber estudiado las resoluciones primeras.
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