1,8 millones de euros en ayudas para impulsar la Ruta del Vino Ribera del Duero

Son un total de 1.825.550 euros los que recibirá la Ruta del Vino Ribera del Duero de manos de Europa a través del gobierno de España. Una inyección importante para invertir en su proyecto de sostenibilidad turística que pretende la transformación de un destino maduro capaz de integrar mejoras de innovación, digitalización y sostenibilidad en su oferta de los recursos para reducir el impacto del turismo en la comarca.

Es un porcentaje importante de los más de 5 millones de euros que se reparten en la provincia de Burgos, ya que además del Consorcio de la Ruta del Vino llegan cantidades para  reactivar el turismo en el entorno de Garoña (2.873.560 euros) y para desarrollar en Poza de la Sal un proyecto para consolidar un modelo de gestión turística que valore los recursos patrimoniales y sirva de herramienta para atraer nueva población e iniciativas económicas sostenibles y diversificadas (1.000.783 euros).

Los proyectos llegan gracias a las ayudas de los fondos europeos Next Generation dedicados al programa de Planes de Sostenibilidad Turística en Destinos. En el conjunto del país los beneficiarios ascienden a 169 proyectos por valor de 615 millones de euros en las diferentes Comunidades Autónomas, de las cuales Castilla y León recibirá 41,5 millones de euros para invertir en 19 planes de sostenibilidad turística.

A diferencia del programa ordinario de Planes de Sostenibilidad Turística en Destinos –que lleva ya dos ediciones--, esta primera convocatoria extraordinaria no se financia con el presupuesto propio de las tres administraciones implicadas (Secretaría de Estado de Turismo, CCAA y entidades locales beneficiarias), sino que se sufraga íntegramente con los fondos de recuperación europeos.

 

Objetivos generales

El programa de Planes de Sostenibilidad Turística en Destino persigue como objetivos generales apoyar a los destinos turísticos españoles, cualquiera que sea su escala y el tipo de demanda al que responda, en su proceso de transformación hacia hubs o polos de innovación turística capaces de integrar en su oferta la sostenibilidad medioambiental, socioeconómica y territorial, y de desarrollar estrategias de resiliencia frente a los nuevos retos del ecosistema turístico, desde el cambio climático, hasta la sobredemanda turística o las crisis sanitarias y de seguridad.

El segundo objetivo general es alcanzar, a través de los distintos instrumentos de intervención, una mayor cohesión territorial, no sólo relacionando la oferta y los destinos de cada territorio, sino creando conexiones entre los destinos de distintas regiones.

Entre los resultados que se esperan de este programa está mejorar los destinos turísticos invirtiendo en la mejora de su competitividad para que puedan ejercer un efecto tractor sobre la demanda turística y un efecto dinamizador del sector turístico privado; incorporar de manera efectiva la sostenibilidad y la digitalización en la gestión de los recursos, infraestructuras y productos turísticos de los destinos; diversificar la oferta de destinos turísticos para contribuir a generar oportunidades de empleo y actividad, redistribuir la renta turística y favorecer la cohesión territorial y la desconcentración de la demanda, en particular en las zonas rurales, así como propiciar la desestacionalización y mejorar el capital natural del sistema turístico, garantizando su perennidad mediante la reducción de las emisiones, la mejora de la gestión de desechos y aguas, la protección, restauración y aprovechamiento turístico de los ecosistemas, la renaturalización de los mismos y la introducción de actuaciones de prevención o mitigación de los efectos del cambio climático.