Divisar la viña a vista de pájaro. Grabar paso a paso las distintas tareas de la vid a lo largo del año, para difundir las imágenes en las redes sociales, reinventando y ampliando la palabra 'Influencer'. Más allá de la moda, más allá de las marcas, simplemente para narrar al mundo la importancia del terruño, en este caso, el de Ribera del Duero. Situando el foco en el cuidado y el mimo a la vid y poniendo en valor la labor de los artífices, los viticultores. Nacho Rincón, desde sus viñas en Moradillo de Roa, ha demostrado que el campo y las nuevas tecnologías lejos de estar reñidos, se complementan y pueden llegar a formar un binomio perfecto.
Inquieto, activo y siempre maquinando. Nacho ha querido mostrar al mundo su trabajo como viticultor en la Ribera del Duero a través de sus perfiles en Redes Sociales, NachoViticultura, y su canal de Youtube, Viticultura en Ribera del Duero. Solo lleva tres meses, pero la labor de difusión ha dado ya sus frutos, con seguidores procedentes de muchos puntos del planeta, e incluso inserciones en televisiones nacionales en programas como ‘Aquí, la Tierra”.
“Desde el Páramo de Corcos, un inmenso llano a 920 metros de altitud, en Moradillo de Roa, doy a conocer todos los trabajos que hago en los viñedos durante todo el año”. Así se presenta Nacho. Siempre junto a él, su mini drone. Tiene hasta nombre, Dronnaldo, y es el encargado de captar las tomas aéreas de lo que pasa a pie de tierra, en este caso, a pie de viñedo.
“Lo llevo en el bolsillo, es superfácil de manejar, cuando llega el momento y voy, por ejemplo, en la cabina del tractor, le mando para arriba y de modo automático filma las labores que estoy realizando”. A Dronnaldo le acompañan también un montón de cámaras y accesorios para “hacer un contenido bonito y de calidad que pueda atraer a toda esa gente enamorada de la viticultura y el vino”. El reto, aportar contenido durante todo el año. “Voy enseñando todo lo que hago, todo muy directo. Grabo con el dron, se me baja en el móvil, lo edito con el teléfono, lo genero muy rápido y lo lanzo. No me fijo en eso de a qué hora voy a tener más visitas o esas cosas, es algo más espontáneo”, insiste.
Poner en valor la figura del viticultor en la Ribera del Duero se ha convertido, sin duda, en uno de los objetivos de este ‘Vitiinfluencer’. “Es muy importante lanzar el mensaje de que nuestra Denominación de Origen no son solo bodegas con viñedos, sino que hay un entramado de 8.000 viticultores. Somos la parte más escondida, no tenemos tanta visibilidad. Me apetecía no solo trabajar la viña sino darla a conocer, que se sepa lo que hacemos”, insiste Nacho.
Lleva apenas tres meses y reconoce que le han pasado “cosas importantes como que viticultores me pregunten por los sistemas de emparrados que uso, por los injertos… He asesorado a gente que ha comenzado, incluso he hecho videos particulares para mandar a gente. Además, me han contactado de televisiones nacionales para emitir mis imágenes”. El interés por su canal también ha traspasado al otro lado del charco. “Mi perfil llama mucho la atención a la gente de fuera, de Latinoamérica, sobre todo de Perú y Argentina. Creo que es otra viticultura distinta, hay respuestas, y compartir experiencias es maravilloso”, insiste.
Nacho confiesa que su intención es seguir adelante, mejorando y ampliando la narración de la realidad de la viña. Aprender, ayudar y también contribuir a la difusión de la otra Ribera del Duero. Lo tiene claro: “No quiero ser maestro de nada, solo enseñar lo que hago, un trabajo oculto que hay que mostrar. Cómo se tratan las viñas para ir en busca de la mejor calidad posible”.
En cualquier caso, apuesta por una viticultura moderna, acompañada de la nueva tecnología que ayude a tomar las decisiones correctas. “No hacemos la viticultura que hacían nuestros abuelos hace 60 años, todo evoluciona, sobre todo la tecnología y poder aplicar esa tecnología al viñedo para que mejore”. Esa tecnología es la misma que permite que hasta el viñedo haya sucumbido al mundo ‘Influencer’
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