Vino, gastronomía, patrimonio, naturaleza, experiencias originales… Los numerosos reclamos turísticos de la Ruta del Vino Ribera del Duero, su variedad y su extensión por 115 kilómetros en cuatro provincias diferentes, propician que sus incondicionales quieran emplear cada vez más días explorando los encantos. Un fin de semana, un puente largo, una escapada en días laborables… Hay un sinfín de posibilidades en las que es necesario encontrar un alojamiento ideal para cada viajero, un lugar idóneo donde pernoctar y para disfrutar. La Ruta Ribera del Duero ofrece medio centenar de propuestas con ofertas de todo tipo. Hoteles de lujo, bodegas con alojamientos, casas rurales con encanto que guardan historia y leyendas o lugares reposados donde relajarse en una spa.
De esta manera, en el itinerario enoturístico se encuentran más de una veintena de alojamientos rurales, habitualmente atendidos por sus propios dueños, que aportan un trato directo y cercano, casi de prescriptores, que hace vivir al turista una experiencia muy especial. Situados en las provincias de Burgos, Valladolid y Soria La combinación perfecta de lo rústico y tradicional con la vanguardia, se encuentra en este tipo de residencias. Entre ellas, algunas propuestas históricas y auténticas que guardan la esencia de su dilatada vida, pero con un interior adaptado a los nuevos tiempos y las necesidades del viajero.
Para aquellos que prefieran exprimir a fondo su contacto con el mundo de la viña y el vino con experiencias completas en bodegas elaboradoras de la Denominación de Origen Ribera del Duero. La Ruta del Vino incluye varias alternativas que harán las delicias del enoturista. Las inmejorables vistas e instalaciones del Hotel de Bodegas Traslascuestas en Valcavado de Roa. El palacete del siglo XVII estilo herreriano, en el que se alojaron Lope de Vega y Rubens en la Posada Real de Bodegas PradoRey. El hotel boutique, con habitaciones tematizadas en torno al vino de la Casona de La Vid de Bodegas Lagar de Isilla con un spá recién estrenado. La Finca Torremilanos, en pleno corazón de la Ribera del Duero en Aranda, con una inmejorable panorámica de viñedos. Con cinco estrellas, uno de los principales centros Enoturísticos de España, Bodegas Arzuaga Navarro en Quintanilla de Onésimo (Valladolid) presenta también un spa donde disfrutar de todos los beneficios de la vinoterapia. El Hotel AF Pesquera en Peñafiel, un antiguo edificio industrial con fuerte personalidad, muy característico de comienzos del siglo XX, con decoración ecléctica. O las dos casas, tradicional y premiún, de Bodegas Emina en Valbuena de Duero.
Las alternativas no se quedan ahí, ya que los hoteles urbanos y rurales también son un puntal importante. El Ventorro, Montermoso, Las Baronas, El Alquerque, La Tejera, la Casona de Valbuena o La Posada de Pesquera. A ellos, hay que sumar los que dan espacio al relax, con sus spas como los hoteles Castilla Termal en Valbuena de Duero, Tudanca en Fuentespina y La Vida Vino en Aldeayuso. A mayores, la oferta de alojamiento de la Ruta del Vino Ribera del Duero también contempla apartamentos turísticos, e incluso campings como Riberduero. La calidad de la oferta de hospedaje en la zona, la amplia variedad de propuestas vinícolas, experiencias complementarias y los rincones más desconocidos, han generado un crecimiento de las pernocationes en la Ruta Ribera. En el último informe de ACEVIN sobre el perfil del enoturita se destaca que cada vez son más los viajeros que pernoctan en las Rutas del Vino de España (62,94%) . Esos viajeros que han pernoctado han elegido sobretodo alojamientos hoteleros de categoría superior o alojamientos rurales. El 22,2%, concretamente, han escogido hoteles de 4 estrellas y el 18,6% han optado por el tipo de alojamiento rural, invirtiéndose las preferencias con respecto al anterior informe.
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