Ahora que estamos en época de cambios es necesario adaptarnos a las circunstancias. Es un paso previo al invierno y sirve para prepararnos.
Aunque aún hay días de buen tiempo, y nos resistimos a que haga malo, el acortamiento de los días es inevitable. Cada día oscurece antes y si madrugamos al levantar la persiana sigue siendo de noche.
Podemos fijarnos en la naturaleza, el cambio es perceptible: las hojas cambian de color, los árboles las pierden y siembran el suelo. La mayoría de insectos llegan al final de sus vidas, aunque se resisten, guareciéndose en cualquier rincón calentito.
Nosotros también cambiamos: de costumbres, de ropa, de actividades cotidianas. Aunque algunas cosas no las cambiamos tanto, somos los europeos más tardíos en cenar y acostarnos. Solemos adelantar en esta época la hora de la cena, respecto del verano, pero tampoco mucho. En realidad, vamos un poco en contra de nuestros propios biorritmos, ya que nuestro cuerpo se regula por los ciclos de luz y oscuridad. La hora en la que oscurece sería la hora ideal de descanso. Y la hora en la que amanece, es la hora ideal en la que estar activo. Hoy en día con los diferentes trabajos y costumbres, en este aspecto no estamos muy sintonizados con la naturaleza.
Mis consejos para este otoño son:
? Adecuar más nuestros horarios a las horas de luz y oscuridad, en la medida de lo posible.
? Caminar por la naturaleza: observar los cambios de color, los olores que desprenden los árboles y matorrales, los ruidos al pisar las hojas secas…
? Retomar nuestras actividades de ejercicio físico, clases o diferentes hobbies.
? Además comenzar con una nueva actividad: algo que no hayashecho nunca, o aquello que llevas tiempo pensando en hacer y parece que nunca hay tiempo. ¡Ahora es el momento!
? Vuelve a ir al cine y al teatro, a ver exposiciones, tertulias, charlas de temas interesantes.
? Cuida de tu red social: recupera el contacto con la gente después del verano. Hay que ponerse al día y seguir cultivando nuestras amistades.
? Intenta realizar 5 comidas al día, cada tres horas, para conseguir estar activo y no caer en el cansancio. Además, comerás sólo lo necesario y mantendrás la línea.
? Por supuesto come fruta y verdura de temporada, como siempre digo: “la naturaleza es sabia, y nos da en cada época del año, aquello que más necesitamos”.
? Engánchate a una serie o programa de la TV para seguirla, cuando llega la hora de verlo, lo esperas con ilusión.
? Lee un buen libro y si puede ser, uno detrás de otro.
? Si te gusta coser o bordar es un buen momento para comenzar algo que quizás puedas regalar. También cualquier otra actividad manual que requiera un tiempo, puede ser algo de adorno para la Navidad.
? El cambio de armario: ya estás en el tiempo límite, hay que hacer hueco a abrigos y botas. Es momento de retirar aquello que lleves tiempo sin usar. Siempre lo puedes donar o hacer que alguien de la familia lo herede.
? El fin de semana hay que descansar, pero aprovecha para salir al campo y realizar escapadas a sitios donde aún no hayas estado. A la mente le viene bien un cambio de aires, aunque sea por un día y medio. No hace falta irse lejos, en Castilla y León y en la provincia de Burgos tenemos muchos parajes que visitar.
? Haz fotos: tanto mentales, para recordar en la retina, como con tu cámara, si eres aficionado. Hoy en día los móviles también nos permites disfrutar de hacer fotos de calidad.
? Y sobre todo no te olvides de ti mismo, cada día pasa un tiempo contigo mismo, haz algo en lo que disfrutes, te relajes y desconectes de todo lo demás.
Si quieres puedes leer sobre otros temas en mi Blog: vivirlapsicologia.wordpress.com