Después de unas estupendas vacaciones llega lo peor para muchos: volver a la rutina del día a día y a trabajar. Lo ideal para que esa vuelta no tenga repercusiones negativas y salga a la luz ese síndrome postvacacional que todos tememos es programar el regreso con tiempo con alguna jornada en casa, pero como para ello ya es tarde para algunos ahí van algunos consejos.
Por ejemplo el de ser positivo, pensando que al menos tenemos la suerte de disponer de un trabajo al cual volver. Tampoco te recomendamos empezar queriendo abarcar todo el trabajo pendiente porque ¡acabaría contigo! La organización es fundamental priorizando qué es lo más importante.
Establecerse una meta con nuevos proyectos ayuda a mirar hacia adelante con ilusión y optimismo. Pero no dejes de dormir las horas suficientes para estar en forma y de comer sano, algo que también conseguirás haciendo algo de deporta para liberar las endorfinas u hormonas de la felicidad.
Lucha contra la depresión no abusando del alcohol ni de la cafeína. Y si eso no vale… ten paciencia porque este mal pasará y piensa lo poco que queda para las próximas. ¡Sé positivo e intenta divertirte todo lo posible!