Las consecuencias de la exposición prolongada al sol es uno de los principales riesgos para la salud asociados a las vacaciones de verano. En el inicio del periodo estival en España, el Ministerio de Sanidad y Política Social recuerda, como cada año, una serie de recomendaciones para prevenir, en lo posible, este tipo de lesiones.
No lanzarse al agua en zonas desconocidas, evitar el consumo de alcohol antes de bañarse, vigilar especialmente a los niños durante el baño, no exponerse al sol en las horas centrales del día, proteger especialmente la cabeza y los ojos, utilizar cremas protectoras y limpiar con agua salada las picaduras de medusas figuran entre los principales consejos que se ofrecen para este periodo estival. Medidas generales para las altas temperaturas
Desde el Ministerio de Sanidad y Política Social se quiere incidir en la importancia de concienciar a la población de la necesidad de prevenir los efectos que las altas temperaturas pueden tener sobre su salud. Dado que la mejor defensa es la prevención se señalan una serie consejos útiles y recomendaciones para que la población pueda hacer frente en las mejores condiciones posibles a los efectos de los excesos de temperaturas:
1. Beba abundantes líquidos, aunque no sienta sed e independientemente de la actividad física que realice. Si su médico le limita habitualmente la cantidad de líquido o le ha indicado un tratamiento diurético, consulte con el mismo la cantidad de líquidos que debería beber los días de calor.
2. No abuse de los líquidos que contengan cafeína o grandes cantidades de azúcar ya que, en realidad, le hacen perder más líquido corporal. Evite también el alcohol.
3. Asegúrese de que niños y ancianos también beban abundantes líquidos, aunque no sientan sed, en los días de mucho calor.
4. Aunque cualquier persona puede sufrir un problema relacionado con el calor, preste especial atención a bebés y niños pequeños, ancianos y personas con enfermedades mentales o enfermedades físicas que puedan agravarse con el calor y la deshidratación como, por ejemplo, las enfermedades cardíacas. Visite frecuentemente a ancianos y enfermos para asegurarse de que están bien y de que se hidratan correctamente.
5. Permanezca el mayor tiempo en lugares frescos, a la sombra o climatizados. Si no tiene aire acondicionado en su domicilio, plantéese la posibilidad de acudir a un lugar público que disponga del mismo como, por ejemplo, centros comerciales o bibliotecas. Refrésquese cada vez que lo necesite.
6. Evite la realización de esfuerzos físicos en las horas de más calor. Si pretende realizar alguna actividad física o deportiva es aconsejable limitarla a las primeras horas de la mañana o al atardecer. Tras la actividad, reponga los líquidos de forma adecuada.
7. Use ropa clara, ligera, holgada y que deje transpirar. Si necesita salir en las horas de más calor, protéjase del sol llevando sombrero, gafas de sol y protector solar con un índice de protección solar mínimo de 15 que deberá aplicarse aproximadamente 30 minutos antes de salir.
8. Nunca deje a nadie (especialmente niños, ancianos o enfermos crónicos) en un vehículo estacionado y cerrado.
9. Consulte a su médico ante cualquier síntoma que pueda estar relacionado con las altas temperaturas.
10. Mantenga sus medicinas en lugar fresco, el calor puede alterar su composición y su efecto
Radiaciones solares
Por otra parte, durante el verano, es cuando más actividades desarrollamos al aire libre pero también es la época en la que los rayos del sol son más dañinos, ya que inciden en la Tierra de forma más perpendicular. Nuestra piel es en esta época muy vulnerable a la exposición solar, por lo que una adecuada protección es fundamental para evitar daños sobre la salud, sobre todo porque los efectos negativos de la exposición prolongada al sol son acumulativos.
Algunas de estas consecuencias son quemaduras, insolaciones, afecciones oculares, alteraciones del sistema inmunitario o el envejecimiento cutáneo prematuro. El aumento del cáncer de piel (carcinoma y melanoma maligno) en los últimos años es un claro indicativo de los peligros que comportan estas radiaciones cuando no se toman las debidas medidas de precaución.
No obstante, la mayoría de los efectos adversos de la exposición al sol son evitables siguiendo unos sencillos consejos que recomiendan el Ministerio de Sanidad y Consumo y las organizaciones especializadas:
1. Evite exponerse al sol en las horas centrales del día (de 12 a 17 horas), así como exposiciones prolongadas o siestas.
2. Disminuya las partes del cuerpo expuestas directamente al sol. Las prendas ligeras, las camisas de punto tupido y los pantalones largos bloquearán la mayor parte de la radiación solar. Las prendas más cómodas en los climas calurosos son las camisas de algodón de colores claros. La ropa debe ser cómoda y no demasiado ceñida.
3. Se recomienda cubrir la cabeza con sombreros o gorras.
4. El sol puede dañar también los ojos, por lo que es recomendable utilizar gafas de solo homologadas que filtren, al menos, el 90% de la radiación ultravioleta.
5. Utilice productos de protección solar con un factor elevado y adecuados a su edad, tipo de piel y zona del cuerpo. Estos protectores deberán aplicarse, en cantidades generosas, 30 minutos antes de exponerse al sol y renovarse cada dos horas y después de cada baño. Recuerde que ni siquiera los productos de protección solar muy eficaces y que protegen frente a ambas radiaciones, UVB y UVA, pueden garantizar una protección total frente a los riesgos que la radiación ultravioleta (UV) entraña para la salud. Por esta razón, se ha cambiado la normativa de etiquetado de los productos de protección solar y no debe declararse ni darse a entender que ofrecen protección total frente a los riesgos derivados de una exposición excesiva a la radiación UV. La única forma de evitar completamente los daños del sol es evitar la exposición y, cuando esto no se haga, tomar las medidas de protección adecuadas descritas para intentar disminuir el riesgo.
6. Sea cuidadoso en exposiciones sobre y en el agua, ya que la radiación puede penetrar hasta un metro en el agua clara.
7. Proteja especialmente a los niños, ya que son muy sensibles a sobre exposiciones al sol en esta época del año. Se debe evitar también que menores de 3 años estén expuestos al sol. Se deben utilizar cremas de factor solar elevado (se aconsejan factores de protección solar mayores de 40).
8. Si toma medicación, compruebe que ésta no aumenta la sensibilidad cutánea a la radiación ultravioleta.
9. No olvide que el riesgo de quemaduras solares se incrementa con la altura (cada 300 metros, aumenta un 4% el poder de las radiaciones ultravioletas) por lo que en la montaña se deben seguir los mismos consejos para protegerse del sol.