6 reglas de oro para estar protegido del sol en todo momento

 

 
 
 
1.Elegir el factor de protección solar adecuado
 
Echarse crema durante la exposición solar es igual de importante que beber agua. Elegir el factor solar que más se adecua a nuestro tipo de piel es importante para estar bien protegido frente a los rayos solares. A comienzos de verano, es imprescindible usar factores altos, entre 25 y 50. Sin embargo, a medida que avanza el verano, el factor de la crema solar puede reducirse, sin olvidar que no dura para siempre y hay que echarse continuamente si no se quiere llegar a casa rojo como un cangrejo.
 
2. Evita la exposición solar en las horas de máxima intensidad
 
De las 12 de la mañana a las 3 de la tarde es aconsejable no exponerse a los rayos del sol, ya que la intensidad de estos es muy alta provocando daños en la piel.
 
3. Protección solar antes de la exposición
 
Antes de exponerse al sol durante un largo periodo de tiempo, es aconsejable echarse crema, esperando entre veinte y treinta minutos para poder comenzar a tomar el sol. Es muy importante, protegerse las zonas del cuerpo que jamás se pensaría que son susceptibles de quemarse, como por ejemplo el cuero cabelludo, las orejas o el dorso del pie.
 
4. Controlar el tiempo de exposición solar
 
Es importante calcular el tiempo que se está tomando el sol, ya que cada persona, dependiendo de su tipo piel, aguantará más o menos tiempo de exposición. Por regla general, la gran mayoría de personas soportan entre diez y treinta minutos de exposición.
 
5. Protege tu cuerpo con gafas de sol, camisetas y gorros
 
La ropa protege de los rayos UVA evitando las quemaduras. Sin embargo, hay que estar pendientes de qué tipo de material, color o grosor es la ropa elegida, ya que no protege lo mismo una camiseta blanca que una negra, que atrae más el sol.
 
6. Protección especial para los niños
 
Los más pequeños son una diana perfecta para las quemaduras por el sol. Sin embargo, esto es evitable si se les protege con loción de alto factor y se evita su exposición al sol (sobre todo al mediodía