Pedro de Benito cede el cargo de Presidente de Cruz Roja Aranda a Agustín Escudero
Lleva ejerciendo desde agosto en el cargo, pero es hoy cuando se ha querido hacer público el relevo que toma José Agustín Escudero de manos de Pedro Benito en la presidencia de la Asamblea local de Cruz Roja en Aranda de Duero.
Un relevo generacional entre dos personas que llevan trabajando muchos años codo con codo. Si hasta ahora ha sido Escudero el que ha ayudado a De Benito en su labor organizativa, a partir de ahora será el segundo el que colabore con el nuevo presidente. Porque Pedro de Benito no abandona, sino que únicamente marca un punto y seguido en la organización en la que lleva trabajando desde hace 36 años. “Estoy muy contento que sea él, porque es la persona más indicada y mejor preparada”, comenta el ahora vicepresidente de la Asamblea arandina.
José Agustín Escudero tiene 47 años y lleva 35 involucrado a Cruz Roja Aranda. Empezó atraído por la banda de tambores y cornetas, que ahora dirige junto con Juan Carlos Miguel, continuó eligiendo Cruz Roja para hacer el voluntariado del servicio militar, y terminó participando en las labores organizativas animado por Pedro de Benito. “Para mí es un gran honor recibir el testigo de Pedro, de una gran persona que todos conocéis, un gran directivo de Cruz Roja que lleva la institución muy adentro”, comenta el nuevo presidente. “He recibido cosas muy buenas de Cruz roja y he aprendido mucho, y es hora de devolverá un poco de los favores”, explica Escudero, asegurando que cuenta con un gran equipo que le apoya, con un voluntariado que califica de “estupendo” y que “con ellos es muy fácil trabajar”. Su objetivo: “trabajar el día a día porque Cruz Roja está donde se le demanda y vamos asumiendo objetivos en función de las necesidades”.
Un poco de historia
Durante estos años, los dos han visto la trayectoria de Cruz Roja que comenzaba en Aranda en una nave de la carretera de Madrid “infectada por las ratas”, recuerda De Benito. El traslado fue al hospital comarcal para guardar las ambulancias, un servicio casi exclusivo que se prestaba desde la organización gracias a los hombres que decidieron prestar su servicio como voluntarios en su período de milicias. Más tarde la sede se trasladaría a los Jardines de don Diego, lugar donde ha estado hasta la inauguración de las nuevas oficinas en la calle Sullidiza, un lugar donde “podemos atender a la gente en unas condiciones dignas”, aseguran.
Entre medias, Cruz Roja se enfrentó a la construcción de una base de socorro junto al parque General Gutiérrez. Y lo hicieron de forma personal tres de sus socios: “nos empeñamos y firmamos un crédito de dos millones de pesetas cada uno para financiar las obras”, recuerda De Benito añadiendo que tardaron cinco años en recuperar el dinero.
En la actualidad, son alrededor de 300 los voluntarios de Cruz Roja en Aranda y 2.000 socios. Cuenta con 13 trabajadores, ocho de ellos empleados en el centro de día.
Un relevo generacional entre dos personas que llevan trabajando muchos años codo con codo. Si hasta ahora ha sido Escudero el que ha ayudado a De Benito en su labor organizativa, a partir de ahora será el segundo el que colabore con el nuevo presidente. Porque Pedro de Benito no abandona, sino que únicamente marca un punto y seguido en la organización en la que lleva trabajando desde hace 36 años. “Estoy muy contento que sea él, porque es la persona más indicada y mejor preparada”, comenta el ahora vicepresidente de la Asamblea arandina.
José Agustín Escudero tiene 47 años y lleva 35 involucrado a Cruz Roja Aranda. Empezó atraído por la banda de tambores y cornetas, que ahora dirige junto con Juan Carlos Miguel, continuó eligiendo Cruz Roja para hacer el voluntariado del servicio militar, y terminó participando en las labores organizativas animado por Pedro de Benito. “Para mí es un gran honor recibir el testigo de Pedro, de una gran persona que todos conocéis, un gran directivo de Cruz Roja que lleva la institución muy adentro”, comenta el nuevo presidente. “He recibido cosas muy buenas de Cruz roja y he aprendido mucho, y es hora de devolverá un poco de los favores”, explica Escudero, asegurando que cuenta con un gran equipo que le apoya, con un voluntariado que califica de “estupendo” y que “con ellos es muy fácil trabajar”. Su objetivo: “trabajar el día a día porque Cruz Roja está donde se le demanda y vamos asumiendo objetivos en función de las necesidades”.
Un poco de historia
Durante estos años, los dos han visto la trayectoria de Cruz Roja que comenzaba en Aranda en una nave de la carretera de Madrid “infectada por las ratas”, recuerda De Benito. El traslado fue al hospital comarcal para guardar las ambulancias, un servicio casi exclusivo que se prestaba desde la organización gracias a los hombres que decidieron prestar su servicio como voluntarios en su período de milicias. Más tarde la sede se trasladaría a los Jardines de don Diego, lugar donde ha estado hasta la inauguración de las nuevas oficinas en la calle Sullidiza, un lugar donde “podemos atender a la gente en unas condiciones dignas”, aseguran.
Entre medias, Cruz Roja se enfrentó a la construcción de una base de socorro junto al parque General Gutiérrez. Y lo hicieron de forma personal tres de sus socios: “nos empeñamos y firmamos un crédito de dos millones de pesetas cada uno para financiar las obras”, recuerda De Benito añadiendo que tardaron cinco años en recuperar el dinero.
En la actualidad, son alrededor de 300 los voluntarios de Cruz Roja en Aranda y 2.000 socios. Cuenta con 13 trabajadores, ocho de ellos empleados en el centro de día.