Recomendaciones generales
- Bebe líquidos calientes y azucarados, siempre que no exista contraindicación médica.
- Evita el consumo de alcohol, ya que disminuye la sensación de frío.
- Mantén una alimentación equilibrada, elige frutas, verduras y hortalizas de temporada.
- Protege tu cabeza, manos y pies, así como otras zonas del cuerpo más sensibles al frío (mejillas, nariz, orejas…).
- Usa ropa ligera y que transpire. Es preferible llevar varias prendas ligeras superpuestas que una sola de tejido grueso.
En el exterior (en la calle, en el campo, etc.…)
- Si puedes, evita las actividades en el exterior sobre todo una vez que se haya ido el sol.
- Si tienes que permanecer en el exterior, procura resguardarte del frío y la humedad en un lugar cerrado.
- Si tienes que hacer actividades en el exterior durante las horas de más frío (una vez oscurecido) no olvides abrigarte, sobre todo las extremidades, usando gorro, guantes, etc. y evitar la entrada de aire frío en los pulmones. No uses prendas apretadas o mojadas, bebe líquidos calientes y azucarados, no tomes bebidas alcohólicas y permanece en movimiento.
- Camina tomando precauciones ante el hielo en las calles.
- Si tienes que ir a la montaña, elije vestimenta que proteja del viento y resista el agua, evita prendas que puedan afectar a la circulación, no camines sobre hielo, procura no mojarse y elije alimentos ricos en hidratos de carbono.
- Procura no transitar por las zonas de umbría para evitar pisar sobre zonas heladas.
- Igualmente, no practiques deportes de montaña cuando la meteorología sea adversa.
- Y para las personas mayores de 65 años, no dejes de salir a caminar: aprovecha las horas centrales del día, asegúrate que tu calzado es antideslizante y no te olvides de las prendas de abrigo (gorro, bufanda, guantes…).
En el hogar
- Procura permanecer en las estancias donde haya algún foco de calor (radiador, estufa...) o donde puedas abrigarte.
- Cierra las ventanas, baja las persianas, corre las cortinas, evitando que las corrientes de aire o el agua entren.
- Utiliza las medidas tradicionales a su alcance: mantas, estufas, radiadores... Recuerda que el papel entre el cuerpo y la ropa hace que el calor corporal se mantenga.
- Si utilizas braseros de carbón o enciendes algún fuego, recuerda que tienes que dejar entrar el aire de cuando en cuando, para no correr riesgo de asfixia.
- Ventila la casa dos veces al día. 15 minutos cada una de las veces, para asegurarte de la renovación del aire.
- Apaga las estufas eléctricas y de gas durante la noche.
- Se desaconseja, si es posible, la utilización de braseros de carbón.
- Revisa los tejados y bajadas de agua, los cierres de las ventanas y las puertas en contacto con el exterior.
- Debes tener en casa: velas, linternas con pilas de repuesto, estufa y cocina de camping.
- Procura que las estufas de carbón, eléctricas y de gas estén alejadas de visillos y cortinas, o de otros elementos inflamables.
- Si sospechas del correcto funcionamiento de estos dispositivos, no los utilices; una mala combustión puede ocasionar intoxicaciones por los gases emanados.
- En condiciones extremas, en viviendas unifamiliares mantendremos un grifo ligeramente abierto a fin de evitar la rotura por congelación de las tuberías.
Si tienes algún problema de salud
- Consulta con tu médico/a acerca de las medidas suplementarias que debes adoptar si padeces alguna enfermedad de riesgo.
- Sigue tomando tus medicamentos. No te automediques, ya que existen medicamentos que potencian la actividad negativa del frío sobre el cuerpo.
- Si te encuentras mal, no te pares e intenta resguardarte mientras pides ayuda.
- Procura extremar las precauciones ante tu problema de salud, estadios de frío prolongado potencian las afecciones negativas en un alto porcentaje.