Afrontan un 2022 lleno de retos. Por una parte, intentar volver a la normalidad después de dos años marcado por la situación sanitaria. Por otra, preparar la gestión de casi dos millones de euros que llegarán en breve a través de los fondos europeos. De momento, la Semana Santa deja muy buenas previsiones para la Ruta del Vino Ribera del Duero, que no ha dejado de sumar adheridos ni en los peores momentos.
--Llegamos a la primera época fuerte del año, la Semana Santa… ¿Qué expectativas y sensaciones hay en la Ruta?
--Sin duda, es el primer termómetro para saber cómo va a ir la temporada. Por las sensaciones que manejan, sobre todo en el turismo rural que puede ser el que dé una cifra más general de todo el territorio en cuanto a la ocupación que vamos a tener y el movimiento de turistas, la verdad es que en general están muy contentos. Digamos que casi el 100% de las casas rurales van a tener durante la Semana Santa el cartel de completo. Además, más allá de estas fechas, muchos nos comentan que ya tienen un alto grado de ocupación prácticamente hasta bien entrado el verano. Estos datos nos dan una cierta tranquilidad a largo plazo de saber que el cliente ya va haciendo planes, y parece que todo se va poniendo en su sitito
--Respecto a los planes del futuro más inmediato… ¿En qué acciones trabaja la Ruta?
--Sobre todo nos estamos preparando para lo que se nos viene en cuanto lleguen los fondos europeos, ya que se nos han concedido con casi dos millones de euros. Hay que dejar bien claro que, de momento, los fondos están concedidos, pero no ingresados, todavía no los tenemos. Eso no quita para que no estemos trabajando en ello. Precisamente, ahora trabajamos en una serie de licitaciones que tienen que ver con el funcionamiento del plan de sostenibilidad y preparándonos porque hay mucha normativa que cumplir. Hay que darse cuenta de que la inyección económica viene 100% de los Fondos Europeos del Plan de Resilencia, Transformación y Recuperación, por lo que vamos a estar sometidos a un legislación más complicada. Nos estamos preparando.
--En cuanto a las nuevas incorporaciones de socios y adheridos… ¿Cómo ha arrancado el año?
--Desde que ha empezado 2022, hemos seguido la tendencia de los últimos años. La realidad es que incluso en plena pandemia hemos recibido peticiones de empresas que querían entrar en la Ruta. Ahora, hemos empezado el año y no hemos dejado de incorporar empresas nuevas. En concreto, en los primeros tres meses, hemos sumado seis establecimientos nuevos y tenemos unos cuantos que han solicitado información para entrar y nos van a tener ocupados en visitarlos cuando sea posible.
--Qué tipo de establecimientos se han sumado
--Hay variedad. Dos bodegas, empresas de transportes de viajeros, un guía de turismo nuevo… Además, esperamos incorporar en las próximas semanas un establecimiento, con el que ya estamos cerrando el acuerdo, relacionado con la agroalimentación y ocio alternativo. La zona lo necesita bastante, porque la oferta no es muy abundante. También estamos pendientes de varios alojamientos rurales que nos han pedido entrar, bodegas… Hay diversidad.
--Con esa propuesta de ocio alternativa se va siguiendo el objetivo de ampliar la oferta de experiencias para el visitante
--Si, la verdad es que hay que destacar que la Ribera del Duero es una región turística muy amplia y, sin embargo, en la oferta de ocio no destaca especialmente por tener una amplia propuesta. Estamos trabajando bastante en ello para poder incorporar alternativas de agroalimentación porque los visitantes quieren catar y probar, pero a lo mejor no solo vino, sino productos y visitar otros centros de elaboración. En el tema de ocio dará una alternativa que pueda completar las visitas culturales, las actividades e la naturaleza con un componente lúdico.
--¿La pandemia ha cambiado el perfil de visitante o sus gustos?
--Muchas veces, aventurar el perfil del enoturismo es casi un poco jugar a adivinar el futuro. Realmente, nuestro cliente potencial es el que huye de las masificaciones, busca atención en exclusividad, fuera de grupos muy numerosos, gente que disfruta mucho de zonas desconocidas y la naturaleza. No ha habido cambio en el tipo de cliente, pero sí en su comportamiento. Ha sido algo en generalizado en el turismo. Ahora, el cliente reserva con menos antelación, sin embargo, exige unos niveles de cancelación tremendos. La hostelería lo está sufriendo mucho, se cancela minutos antes del servicio y hace un descalabro importante.
--Quizás es pronto para pronósticos, pero aventuremos un poco… Qué esperáis de 2022
--Hay que destacar que 2019 fue un año record para el turismo en general. No creo que ni en general y ni en nuestro sector en particular, podamos hablar todavía de cerrar 2022 con cifras anteriores a la pandemia. De momento, no ha salido todavía el número de visitas de la Ruta del Vino Ribera del Duero en 2021, ya que Rutas del Vino lo hará público después de Semana Santa. Por lo tanto, hay que ser prudentes para ver cómo cerramos 2021, que fue un año muy raro, y ver un poco el escenario en el que nos manejamos para hacer un pronóstico de 2022.