Decepcionante. Con esta palabra define el presidente de la Asociación de Empresarios de la Construcción (ASECON), Eduardo López, la reunión que constructores y arquitectos de empresas arandinas mantenían este lunes con la alcaldesa de Aranda para hablar de Urbanismo. Un encuentro al que por parte del Ayuntamiento de la capital ribereña también asistieron el concejal de Obras, Alfonso Sanz, y trabajadores municipales como la secretaria general, letrado y técnicos del departamento.
La única razón que se esgrimió en la reunión por parte del Ayuntamiento para explicar el colapso que existe en la oficina de Urbanismo, algo que reconocieron, se resume en cuatro palabras: la falta de personal. Pero se añade otra explicación, que los profesionales no quieren trabajar para el Consistorio arandino. Comenta Eduardo López que “nos dijeron que existían bolsas de trabajo pero que les es muy difícil que la gente se presente a ellas”.
Así que pocas soluciones son las que atisban para un futuro cercano desde el sector de la construcción en Aranda. “Salimos decepcionados porque vimos que soluciones ninguna”, indica López, para una oficina “colapsada, que siempre ha estado mal pero nunca como ahora, con expedientes que no salen”.
Las empresas arandinas no entienden en realidad “qué les está bloqueando”, cuando en estos momentos, añadiendo la temporada de pandemia, el sector está muy parado. Entre otras cosas por la falta de un Plan General de Ordenación Urbana que nos les permite desarrollar muchas de las nuevas construcciones. Pero las expectativas son buenas para el Ayuntamiento en ese aspecto, el del PGOU. “Nos han asegurado que les va a dar tiempo para contestar las alegaciones y aprobarlo”, indica el presidente de los constructores, recordando a continuación que “sólo les quedan cinco meses para hacerlo”.
Valorar el impacto económico
No ha gustado nada a los empresarios la sensación con la que se quedan de una velada invitación a “preparar las maletas y marcharse” si no les gusta lo que hay en Aranda. Plantearon la opción de contratar a más gente dando más publicidad a las ofertas o externalizar tareas “pero todo son dificultades para ellos”, comenta López.
“Se planteó que en una ciudad donde no se puede invertir no hay futuro y la alcaldesa sugirió que si no alguien no tiene interés es libre de hacer lo que quiera”, señala.
De esta forma desde ASECON se está planeando hacer una valoración, no con los proyectos que no van a llegar a Aranda por culpa del tapón urbanístico, sino en el caso de que las empresas arandinas que acudieron a la reunión opten por irse del municipio a realizar las inversiones. “No nos sirve de nada que nos prometan que van a doblar el personal de la oficina de Urbanismo si lo van a hacer a la vuelta de 10 años, porque el problema lo tenemos ahora”, termina diciendo el representante de los constructores.
Imagen: @Construcciones Tasio Martín