La cuantificación económica que ha sufrido la comarca ribereña por el golpe de la crisis del COVID es lo que se ha querido analizar en la revista Ribera Empresarial correspondiente al mes de mayo. Los datos que recoge, explica la gerente de ASEMAR Isabel Berdón, son los del año 2020, comparándolos con los de 2019. El resultado, prosigue el responsable de la publicación y vicepresidente de ASEMAR Juan Cereijo: “se han perdido casi 250 millones de euros”.
“2020 fue un año muy duro, pero pese a esta catástrofe el impacto ha sido menor a otras zonas de España”, destaca Cereijo, indicando que, del alrededor de 700 empresas estudiadas, “algunas han salido reforzadas, pero otras han sufrido mucho hasta llegar incluso a la mitad de la facturación”.
Globalmente, en España y teniendo en cuenta los datos del Instituto Nacional de Estadística, en la revista se indica que la cifra de negocios de las empresas cayó un 14,2% en 2020 con respecto al año anterior. En lo que se refiere a las empresas ribereñas estudiadas, la reducción alcanzó sólo un 10,3%. Aún estando mejor, se baja de los 2.300 millones de euros que se gestionaron en 2019 a los 2.065 millones de euros en el año 2020.
Ese descenso hace que el ranking de facturación haya variado en las empresas ribereñas. Continúa en el mismo puesto Pascual, aunque ha pasado de los 645 millones de 2019 en ventas a los 585 en 2020. Si en segunda posición se encontraba Aranda Coated ahora salta a la tercera bajando de 105 a 82 millones. Tubos Aranda logra pasar a la segunda posición al no variar mucho su facturación (en torno a los 83 millones de €). Y teniendo en cuenta que no contempla los datos de Michelin en Aranda, aunque su cifra giró en 2020 en torno a los 433 millones, el resto de firmas que se encuentran en los diez primeros puestos de facturación en el ranking general son GSK, Harinera Arandina, Porcipar, Tecnoaranda, CHR, Artepref y Peache.
Y es cierto que en total se bajó la facturación, pero hay muchos casos de ascensos en el año donde la pandemia fue más dura para la sociedad. Es el caso de la farmacéutica GSK; las dedicadas al sector de la construcción CHR, Artepref o PEACHE; las del transporte Juan José Gil o Gangel; la Harinera, Altos de Ontañón, Cecoga o Siro Vázquez.
Repasando por sectores
La revista publicada por ASEMAR recoge los distintos sectores y, comenzando por el industrial, señala que la pérdida de facturación rondó el 15% en 2020 con respecto al año anterior bajando de los 964 millones de euros hasta los 816,8.
Casi todos ellos perdieron en facturación a excepción de GSK, Industrias Metalúrgicas Esgueva o Solinox. Pero llama la atención que en algunos casos la caída fue sumamente importante, como Rojo Trailer de Milagros que supera el 45%, algo similar a la empresa arandina Lucio Mozo.
Pasando a la agroalimentación, en la revista se indica que “ha aguantado el envite” con pérdidas por debajo de la media comarcal, de un 7,1%. Sí que se facturó menos, pero pudo mantener el negocio.
Así, Pascual bajó en 60 millones de euros en una tendencia que se ha dado en la mayoría de empresas, pero hay algunas que incluso lograron mejores resultados, como ocurrió con la Harinera Arandina, Gangel, González SAT 7549, Cereales Olmedillo, Frutos secos de La Vega, Cárnicas Chico, Agropecuaria Silvio o panadería Sanz.
En un distinto apartado se ha querido meter el sector del vino, donde la bajada tampoco llegó a ser tan brusca, de un 8,1%. Desciende la facturación sí, pero hay bodegas que en cambio logran mejores resultados. La razón: la exportación y las ventas online.
Es el caso de Altos de Ontañón, que en el cuadro general logra situarse en el puesto 14 de las empresas estudiadas por ASEMAR. Logró aumentar en 2020 en más de 5 millones de euros con respecto a 2019. Pero también subieron Rodero, Neo o Dominio del Águila.
En contra del resto de sectores se encuentra el del “ladrillo”, que lejos de parar siguió adelante en sus proyectos consiguiendo que la construcción y las promociones inmobiliarias cerraran con un incremento de ventas del 13,2% en 2020 con respecto al año anterior. Eso sí, esta tendencia no se dio con todas las empresas ribereñas, ya que ese ascenso comarcal lo lograron CHR, que casi triplicó en facturación, Artepref, PEACHE, Norteña, Castilla Urbaniza y DIY. Siempre teniendo en cuenta que este ranking es el que ha efectuado ASEMAR.
Este estudio también se para a observar lo que ha pasado con el comercio, asegurando que los dedicados a la venta al por menor “perdieron uno de cada diez euros de facturación durante el año de pandemia”. A excepción de Cecoga, Agroquímica Domingo, Alimentación Allendeduero, Fruehauf, Colinas y Velasco de Roa, y Tecnovín, el resto perdió en ventas.
Por su parte, las distribuidoras retroceden un 7,7% con respecto a su facturación. En menor medida pierde el transporte: un 2,7%. Pero si hay un sector que ha salido el peor parado de la pandemia, ha sido el de servicios alcanzado un descenso del 18,7%.
La revista de ASEMAR incluye una mesa redonda, donde el catedrático y profesor de economía Pablo Arranz, el coordinador del boletín anual de coyuntura económica de Caja rural José María Calzada, y el decano del colegio de economistas de Burgos Carlos Alonso de Linaje intentan “arrojar algo de luz al panorama de incertidumbre económica que se vive desde 2020, tanto a nivel mundial como en la provincia”.
Todas las tablas publicadas han sido extraídas de la revista Ribera Empresarial