El turismo enológico que mueve la Ribera del Duero

Las ofertas son muy dispares y dirigidas a todo tipo de públicos

02/07/2022 7:24 | Sergio González

Aranda de Duero y, extendiéndose, toda la Ribera del Duero es una zona muy conocida internacionalmente debido a sus vinos. No en vano la Ruta Ribera del Duero es la segunda ruta del vino más visitada de España. Son muchos los turistas visitan nuestra tierra a lo largo del año y una de las razones principales es que el enoturismo en España está en auge y cada vez es más popular. En las últimas décadas la cultura del vino ha despertado un creciente interés, hasta el punto de convertirse en el motivo principal para realizar un viaje.

No obstante, el enoturismo no se trata solamente de visitar una bodega y catar vinos, sino que existe un abanico muy grande de actividades que se pueden realizar relacionadas con este mundo. Además, en este tipo de turismo también están muy involucrados los paisajes naturales, la gastronomía, la cultura y las experiencias que se viven. Se puede disfrutar de las ya mencionadas catas de vino y visitas a bodegas, pero también de paseos entre viñedos, degustaciones culinarias, excursiones a lugares emblemáticos, juegos de todo tipo, diversos tratamientos a través de la vinoterapia, etc.

Todo esto se puede encontrar en la Ribera del Duero, que es uno de los principales destinos enoturísticos de España. El turismo enológico lleva muchos años presente en esta zona y las diferentes sociedades del sector vitivinícola se han ido introduciendo poco a poco en este campo específico. Por ejemplo, el proyecto enoturístico de Torremilanos comienza prácticamente en 1975; El Lagar de Isilla lleva más de 15 años incluyendo el enoturismo a su negocio; mientras que la agencia turística Ribiértete suma ocho años haciendo actividades enfocadas en el mundo del vino.

 

Oferta y perfil de turista

La gran oferta existente en este tipo de turismo es un punto a favor para atraer a los visitantes. Hay multitud de establecimientos adheridos a la Ruta del Vino de la Ribera del Duero que colaboran entre ellos para ofrecer un servicio más completo a los clientes. La agencia Ribiértete es un ejemplo. Dispone de actividades exclusivamente suyas como la visita a la bodega subterránea, museo del vino, el scape room del vino y el casino del vino. No obstante, ofrecen paquetes turísticos muy variados donde se incluyen servicios de otros establecimientos ribereños gracias a esa colaboración. Las actividades que más demandan los turistas son el scape room del vino y la visita de la bodega subterránea. A pesar de que disponen de multitud de paquetes, es muy habitual que los hagan a medida en función de lo que quiere el cliente.

El Lagar de Isilla es otro ejemplo, contando varios establecimientos propios que le permiten presentar diversas posibilidades en sus paquetes turísticos. Dispone de un restaurante en Aranda de Duero y otro en La Vid, donde además cuenta con hotel, casa rural y, su atractivo principal, la bodega. La opción enoturística con mayor éxito suele ser la visita a la bodega más degustación de vinos.

En el caso de la Finca Torremilanos directamente adaptan sus experiencias al tipo de cliente y generalmente hay dos bien diferenciados: derivados de su actividad hotelera o de la propia actividad vitivinícola. El primero es un turista curioso por el vino y “disfrutón”, al que se denomina ‘wine lover’. La visita de una hora y media y en ella se muestra de una forma ligera los fundamentos de la producción del vino y unas nociones básicas de introducción a la cata. El segundo, en cambio, es un turista más especializado que se interesa por visitas más largas, con mucho paseo por viñedo y una amplia cata explicada de las referencias de Torremilanos.

El cliente amateur es mayor que el especializado. Aunque como dice Carlos Arranz, del departamento de marketing de la Finca Torremilanos, “el iniciado de hoy puede ser el especialista de mañana”. Por lo tanto, es vital que ambas visitas sean excelentes para que los turistas se vayan satisfechos y con la intención de seguir sumergiéndose en la cultura del vino.

 

Cata de vinos en Ribiértete. / @Ribiértete

 

La marca Ribera del Duero es muy atrayente para los amantes del vino y por eso existe mucho turista interesado en la marca en general. Aunque en el caso de la Finca Torremilanos también existe otro tipo de turista que se ve atraído por su propuesta de vino ecológico y su labor de campo bajo los preceptos de la agricultura biodinámica. “Estamos detectando cada vez más interés en el consumidor en profundizar la procedencia de los alimentos que consume y en entender los procesos de los productos que consumen”, apunta Arranz.

Por otra parte, el perfil de turista que se apunta a los paquetes turísticos de Ribiértete suele tener entre 35 y 50 años, con un nivel adquisitivo medio-alto, y en cuanto al género está repartido. Se trata más de pasar un rato agradable y divertido a través del vino. En esta época del año hay muchas despedidas de soltero. No obstante, también reciben muchos grupos del Imserso que suelen estar de paso. Viene mucha gente del País Vasco, de Castilla y León, y sobre todo, de Madrid. Aunque no es el perfil que predomina, también llegan bastantes familias con niños para la visita a la bodega subterránea. Adaptan las actividades al tipo de cliente para que disfrute al máximo de cada una de ellas.

También existe un perfil de turista al que se le podría poner la etiqueta ‘deluxe’ porque demanda algo más exclusivo de lo que se ofrece habitualmente. Este tipo de cliente normalmente recala a través de agencias y es un perfil más internacional. Suelen ser europeos y americanos que prefieren acercarse a las bodegas para probar los vinos de primera mano antes de comprar. Ribiértete, por ejemplo, trabaja con alguna agencia de americanos cuyos clientes van principalmente a la zona de Peñafiel, donde es muy común que acudan a Pago de Carraovejas o a una bodega antigua que solo la visita ya son 90 euros. Se trata de visitas privadas más exclusivas con servicio de chófer y guía turística para ellos solos.

 

Visitas que regresan a temporadas de prepandemia

Los últimos años han estado marcados por el Covid, que ha supuesto un frenazo en todos los negocios. No obstante, tras la pandemia han notado una tendencia positiva durante el medio año que abrieron en 2021 y se está reafirmando en lo que llevamos de este año 2022. La gente se está volviendo a organizar después de tantos meses sin poder hacer prácticamente nada especial y quiere recuperar el tiempo perdido.

En Finca Torremolinos ya se aproximan mucho a los niveles de ocupación y asistencia hotelera prepandemia. Han aumentado los grupos privados de amigos y colegas de empresa que reservan sus experiencias, tanto hoteleras como enoturísticas, para pasar unos días disfrutando de la naturaleza y la tranquilidad.

Tal y como se muestra en el siguiente gráfico, en el caso de Ribiértete llevaban buena tendencia con 3.200 personas en 2018 y 4.600 en 2019. Sin embargo, la pandemia hizo estragos y finalizó el año 2020 con 840 personas durante los pocos meses que estuvieron abiertos. A pesar de estar medio año cerrados, el 2021 fue muy bueno. Las ganas de volver a la normalidad y salir de nuevo provocaron que hasta 3.700 personas pasaran por las actividades de la agencia ribereña. En este primer tercio de año 2022 suman ya 2.200 personas, por lo que es muy posible que incluso se superen los parámetros de antes de la pandemia.

 

 

 

La vendimia, el momento más preferido

La época de vendimias es claramente la preferida por los turistas para venir a visitar La Ribera del Duero. Suele ser temporada alta en los negocios que dedican un espacio al enoturismo y algunos hacen actividades más llamativas. Por ejemplo, El Lagar de Isilla prepara una visita especial para esta época del año con el objetivo de que los turistas puedan presenciar esta bonita tradición más de cerca. La vendimia y la hermosura de los viñedos en esos meses del año encandilan a los viajeros y vienen de diferentes países del mundo para comprender mejor esta dedicación. Durante el año en general son los fines de semana cuando más turistas se recibe y en muchas ocasiones está todo completo.

La forma más común de contactar con los establecimientos enfocados en el turismo del vino es a través de Internet. La mayoría de los clientes se decantan por esta opción debido a la facilidad que existe hoy en día. A través de la página web o de las redes sociales pueden conseguir casi toda la información y además ver las imágenes en cualquier momento del día. Aunque todavía persiste un porcentaje relevante de personas que prefieren llamar por teléfono, acudir presencialmente o contratarlo a través de agencias.

 

Cata de vinos en Lagar de Isilla. / @Lagar de Isilla

 

 

Un crecimiento que continúa

Todos coinciden que existe un gran interés por el enoturismo de esta zona. La marca de Ribera del Duero ha experimentado un gran crecimiento en las últimas décadas y también ha cosechado éxitos fuera de nuestras fronteras. El asentamiento como marca a nivel internacional se traduce en multitud de turistas que deciden visitar el corazón de una de las regiones vitivinícolas más importantes del país.

Obviamente la Ribera del Duero es uno de los principales destinos enoturísticos de España gracias a la excelente calidad de sus vinos, pero no es el único motivo. La gastronomía y los bellos parajes de estos territorios son factores clave para obtener una velada perfecta. Además se puede acompañar con diversas actividades que se acoplan a lo que busca el turista.

El enoturismo representa un porcentaje significativo en los negocios del sector vitivinícola, aunque estos se basan en su amplia mayoría en la venta de los vinos que producen. El Lagar de Isilla señala que en torno a un 15-25% de la facturación proviene del turismo. En el caso de Ribiértete todo el negocio se fundamenta en el enoturismo, y como hemos visto en los datos del gráfico se está recomponiendo tras la pandemia. Por lo tanto, el turismo enológico cada vez es más importante para la comarca ribereña y los viajeros lo toman como punto de referencia.

Imagen portada: Viñedo en Finca Torremilanos. / @Paco Santamaría