"Mis cuadros no tienen 'mensaje', los dejo ahí y que cada uno saque sus conclusiones"

Nos acercamos este domingo a Campillo de Aranda para visitar al artista Julián Valle

10/07/2022 7:56 | Begoña Cisneros

Arandino, Julián Valle se trasladó hace años a la localidad ribereña de Campillo de Aranda para vivir al lado de su taller de pintura. Está encantado porque, además, tiene el campo al final de su misma calle. Y porque pinta en "sus ratos libres"… y dispone de muchos para hacerlo.

 

- ¿En qué momento decides que quieres el pintor?

- Con seguridad, cuando tenía unos 18 años fue cuando me planteé ser artista, pero desde que he sido pequeño entre mis juguetes favoritos había un lapicero y un papel. Con ellos me divertía muchísimo dibujando batallas, aventuras...

- ¿Y el primer pago que recibiste por pintar cuándo llegó?

- El primer dinero que gané en mi vida fue dibujando un mural, una copia de un Vela Zanetti en una casa cuando tenía unos 11 años. Y me dieron una propinilla.

- No estudiaste Bellas Artes, sino que elegiste Historia del Arte…

- Estudié Historia del Arte, sí, pero más tarde. Me habría gustado hacer Bellas Artes. En mi familia no había personas con estudios universitarios y me dijeron que no fuera al instituto, que era mejor que estudiase una FP o me buscase un buen empleo.

- ¿Estudiaste FP, entonces?

- Sí, fui a Mecánica. Me apunté porque era el único sitio donde podía diseñar carrocerías y dibujar, pero como vi que no me interesaba nada lo dejé.

- ¿Te arrepientes de no haber podido estudiar lo que querías?

- Para nada. Afortunadamente no fui. Por lo que he visto después hubiese sido un tiempo perdido y, sin embargo, quedándome en Aranda (es lo que pasa con las casualidades) conocí a una gente muy interesante. Si hubiese ido podría haber tenido después un empleo de profesor, por ejemplo, pero a lomejor no habría intentado ser artista..., quién sabe.

- Conociste a la gente con la que luego fundaríais A Ua Crag en 1984…

- Había un grupo de artistas en Aranda  y se hicieron algunas exposiciones, colaboraban con un centro cultural que se llamaba “La Casina”,  en los años 80, y participaron en alguna muestra en las salas del Consulado del Mar como grupo de artistas, aunque aún no estaba formado el grupo.

Fueron Rufo Criado y Néstor San Miguel los que decidieron hacer un colectivo de artistas que al final se formalizó legalmente para traer exposiciones a Aranda y llevar las de arandinos a otros lugares. Ellos aglutinaron a mucha gente de su misma generación y a algunos más jóvenes. Yo era el más pequeñito. Había artistas con cierto recorrido, como Néstor y Rufo, y luego gente que no había hecho ninguna exposición...como yo.

- Paralelamente surgió el 2º Partido e la Montaña que creaste junto a Néstor San Miguel, Miquel Cid y Chusa de la Puente en 1987. ¿Por qué?

- Se fraguó un trabajo colectivo con una sala de exposiciones muy conocida entonces de Barcelona (Metrònom) y nos teníamos que presentar de alguna manera, con un nombre, así que fuimos como subgrupo dentro de A Ua Crag. No fue el único, porque había muchas colaboraciones entre nosostros, en parte gracias a que trabajábamos en un espacio común. En una nave muy grande en el barrio de Santa Catalina.

- En 1996 A Ua Crag deja de estar activo …

- Como tantas cosas, estas surgen en épocas muy determinadas. En los años 80 también había en Aranda una efervescencia cultural indreíble, había muchos grupos de música... y eso no se ha vuelto a dar desde entonces. Supongo que las circunstancias históricas y políticas tuvieron mucho que ver. Pero opino que no es bueno que los proyectos artísticos duren mucho tiempo porque es fundamental que haya ciclos y aparezcan ideas nuevas.

- Para ver tu último trabajo expuesto tenemos que irnos a Monzón de Campos (Palencia). Háblanos un poco de la experiencia con la obra ‘El abismo de los pájaros’ que has creado junto a Bettina Geisselmann para el espacio Nexo 990.

- Es una reflexión artística que hemos realizado invitados por el colectivo Néxodos, del que forman parte algunos artistas arandinos e incluso un ex A ua Crag. Ha sido una experiencia, que no es nueva para mí, donde Bettina y yo nos hemos trasladado durante siete días a Monzón de Campos para realizar un proyecto conjunto. Se trata de hacer una obra desde cero o sólo contando con los materiales y el espacio. Es algo que no es el habitual, convirtiéndolo en tu taller durante una semana. Es un cambio de ritmo respecto al que uno lleva habitualmente. Yo soy normalmente muy lento pinto muy despacio y esto es todo lo contrario.

 

Julián Valle junto a Bettina Geisselmann

 

 

- Pero el resultado es una obra efímera…

- En este caso casi todo va a desaparecer, pero queda una experiencia muy gratificante porque te abre las puertas a otros caminos. Este tipo de encuentros, o similares, los había hecho antes y pasado un tiempo, viéndolo con cierta perspectiva temporal, he visto que se han hecho unas obras extraordinarias y que lo importante es lo que queda para ti, una experiencia que puede ser muy enriquecedora para futuras obras en tu taller. Esa es la parte interesante.

- ‘El tejido del mundo’ ha sido otra de tus últimas exposiciones, realizada específicamente para el Centro de Arte Contemporáneo de Burgos, en 2021.

- Me invitaron e incluso pude elegir la planta, así que mi primera idea, que era llevar obra de años anteriores, por la de diseñar un proyecto específico. Era una oportunidad que no podía perder. Entonces retomé un proyecto que comenzó cuando, por mediación de Alejandro Martínez Parra, también arandino, fui invitado por la Fundación Atapuerca para elaborar una obra específica para su centro de arqueología experimental (el CAREX de Atapuerca). Recorrí el valle, me encontré con unas cuevas y a partir de ahí recuperé algo que me había interesado desde años atrás:  los lugares relacionados con la edilicia rupestre. Es un tema que me interesa mucho porque hay una vertiente de mi trabajo en relación al arte religioso y más concretamente con el altomedieval. Me parece que el arte, desde que se hizo el primer la primera pintura en una cueva, ha tenido mucho que ver con la interpretación del mundo, con el hecho religioso.

 

 

- ¿Qué tratas de ofrecer al espectador?

- Siempre he tenido claro que no quiero hacer nada que sea narrativo y "contar una historia", sino dejar algo ahí, en un cuadro, y que cada uno se saque sus conclusiones sin ningún tipo de "mensaje". Admiro mucho a los artistas que formaban parte de las expediciones científicas simplemente como dibujantes, su trabajo era puramente descriptivo.

- ¿Siempre has pintado paisajes?

- No. Al principio pintaba figuras humanas. De hecho, la primera exposición que hice fue con ellas. Recuerdo que sobre el 87 hice una figura que tenía un fondo con un paisaje y después el paisaje fue tomando más protagonismo... y la figura desapareció. Ahora no pinto ni animales ni personas, los únicos seres vivos que hay son vegetales.

- ¿Cuál fue el motivo de ese cambio que diste?

- Yo lo he interpretado después al hacer una lectura de mi trabajo con cierta distancia temporal. Creo que lo que pinto es una especie de "escenografía" en la que tú, como observador, te proyectas... y te conviertes en el únicoprotagonista. Por tanto, el elemento humano ya está ahí, es la persona que observa.

- Expusiste hace muchos años en el museo de cerámica cuadros de pequeño formato. ¿Cuándo podremos volver a ver obra tuya en Aranda?

- Va a ser muy difícil, porque en el único sitio donde lo podría hacer es en la Escuela de cerámica y no es posible llevar allí los formatos grandes que me apetecería mostrar. Otro lugar podría ser la Casa de Cultura, pero me piden una obra a cambio y yo no estoy dispuesto a hacer una exposición "donando" una obra. Bastante complicado es vivir de esto como para que encima, además de ayudar a hacer la programación cultural, tengas que hacer obligatoriamente una "donación". Esto no es apoyar el arte.

- ¿No vives de tu pintura?

- Es España es muy complicado vivir de esto porque es un país donde no hay coleccionismo. Un artista de mis características, por ejemplo, al otro lado en los Pirineos lo tendría más fácil: porque en otros países de Europa, en las casas donde hay un cierto nivel cultural, hay siempre una pieza de cerámica, un cuadro, una serigrafía, una pequeña escultura…Hay muchos pequeños coleccionistas.

- Entonces…

- Tengo que ganarme la vida de otra manera, aunque afortunadamente también está relacionado con el arte. Desde hace varias décadas monto exposiciones. Todo comenzó de una forma algo absurda cuando como A Ua Crag expusimos en sala Amárica de Vitoria (1991). Del montaje se encargó un equipo técnico del País Vasco. Cuando hicimos otra exposición para la Junta de Castilla y León y quisimos contratar a los mismos técnicos, desde la Junta nos dijeron que no..., y que tenía que ser una empresa de la comunidad. Lo incongruente es que aquí no había ninguna. Así que decidimos montar la nuestra, qué remedio. Y en eso sigo.

- Se puede decir entonces que pintas en tus ratos libres, ¿no?

- Lo bueno es que este trabajo de los montajes es durante un tiempo muy determinado... y después puedo estar meses trabajando en mi taller. No necesito mucho dinero, así que con mi trabajo y vendiendo alguna pieza, mejor o peor, puedo ir tirando y dedicarme a lo que siempre he querido hacer y con lo que siempre he disfrutado.