"Seguiremos creciendo de la misma manera que lo hemos hecho. A paso lento, con un respeto absoluto a nuestra identidad"

Hablamos con el pregonero de las fiestas, Enrique Pascual, presidente del Consejo Regulador de la DO Ribera del Duero

11/09/2022 7:54 | Begoña Cisneros

Enrique Pascual es el presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Ribera del Duero y el pasado viernes fue el encargado de ofrecer el pregón de fiestas. Hemos querido aprovechar esta distinción para hablar con él de una institución que ha puesto en valor los vinos de nuestra zona

- El Ayuntamiento de Aranda ha querido que sea el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Ribera del Duero, y usted como su presidente actual, el pregonero de las fiestas. ¿Qué supone esta distinción para el Consejo?

- Es un honor, un orgullo y un reconocimiento a la gran familia de la Denominación de Origen Ribera del Duero. Al esfuerzo de cada uno de sus miembros, viticultores y bodegueros, por crear proyectos de vida que repercuten en la buena salud económica y social de esta comarca. A quienes están detrás de unos vinos que llevan el nombre de nuestra tierra por todo el mundo. A gentes que eligen el entorno rural para vivir y para crecer.

- ¿Y para usted?

-Como representante de esa gran familia me emociona un reconocimiento tan entrañable. A nivel personal, como vecino de la comarca, estoy entusiasmado. El viernes estaba un poco nervioso, porque es una gran responsabilidad.

-Un reconocimiento a los 40 años de la Denominación de Origen que se cumplen este año. ¿Cómo ha cambiado en estas cuatro décadas este sello de calidad?

- La esencia se mantiene. Vivimos por y para el vino y el viñedo. Queremos sacar lo mejor de nuestra tierra. Somos Espíritu Ribera. Los fundadores trabajaron duro para crear este proyecto de vida. Eso lo valoramos y nunca lo olvidamos, estamos orgullosos de su legado. Y quienes se han unido después caminan en la misma dirección. Ribera del Duero es ahora un referente internacional. Es más diversa, porque hay más personalidades, es valiente, porque no teme ningún reto, y es garantía de calidad porque producir vinos de calidad está en nuestro ADN. Ahora somos una DO reconocida y valorada. Eso es lo que ha cambiado, nos hemos ganado un sitio referencial en el panorama vinícola internacional. Hemos sabido caminar en la dirección que marcaron esos fundadores. Un camino que aún no ha acabado.

- Ribera del Duero comenzó con apenas una decena de bodegas y hoy ya cuenta con más de 300. ¿Es un número que se va a contener o se vislumbran cambios en cuanto a cantidad?

- Ahora mismo somos 309 bodegas. Bodegas familiares, bodegas de pequeña producción, cooperativas, bodegas impulsadas por nuevos talentos, bodegas de grandes grupos… Es un universo con 309 mundos. Y seguiremos creciendo, de la misma manera que lo hemos hecho. A paso lento, con un respeto absoluto a nuestra identidad, a nuestro terruño, mirando todos en la misma dirección.

-Pero lo cierto es que los inicios de Ribera del Duero eran con bodegueros y viticultores de la zona, y ahora llegan empresas de otros puntos para elaborar vino aquí. ¿Es algo positivo, negativo…?

- Ser objeto de interés de quienes tienen experiencia y trayectoria en otras zonas, ser vistos como el lugar en el que crear, llegar con la intención de hacer grandes vinos siguiendo nuestra filosofía, es algo sin duda positivo. Somos la meca de quien cree en el buen vino, de los elaboradores que sueñan con hacer grandes obras.

- Es el Consejo cada vez más restrictivo en cuanto a la calidad de los vinos? ¿Se quiere llegar a la excelencia?

- En el Consejo Regulador se sientan representantes del sector productor y del sector elaborador, que han sido elegidos por todo el sector y que son los que definen las normas y fijan el camino que debe seguir. El Consejo Regulador solo aplica un reglamento aprobado que responde a las demandas del propio sector. Pero no es restrictivo. Es serio, escucha al sector, es la voz de esta familia. Los viticultores y bodegueros son exigentes, ellos mismos buscan conseguir la mayor calidad.

- Miremos al campo a escasos días de que se generalice la vendimia. ¿Cómo se espera que sea esta campaña?

- Vivimos pendientes del cielo. Ribera del Duero tiene unas circunstancias muy particulares, por sus suelos, por sus microclimas. No todo el viñedo evoluciona igual, depende mucho de otros factores particulares, como la situación. En general hemos visto que la maduración está siendo más tardía y que la producción podría ser algo menor.

- Su pregón del viernes ha sido en parte reivindicativo recordando el ansiado tren y la autovía del Duero para cambiar. ¿Qué se puede hacer desde el Consejo para que la espera sea menor?

- El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Ribera del Duero es un órgano de control, auditor, que tiene unas funciones y responsabilidades establecidas, relativas a la viña y el vino. Por lo tanto, somos un ciudadano más en lo que respecta a estos temas. No tenemos más que voz, la de nuestros viticultores y bodegueros. Y la alzamos defendiendo siempre sus intereses. Y que haya mejores servicios e infraestructuras es de interés para todos, también para el sector del vino. Por seguridad, por calidad de vida y por desarrollo.

- ¿Qué supone para los vinos Ribera del Duero que Aranda se haya convertido en Ciudad Europea del Vino? ¿Nos servirá de algo o es una mera celebración que dejará las cosas igual dentro de un año?

- Ser parte de la red de Ciudades Europeas del Vino sin duda potenciará el nombre de Aranda. Lo que es bueno para todos, porque es la urbe más grande del territorio. Todos estos reconocimientos suman, seguro que veremos cambios en el futuro.

-Mientras, disfrutemos de las fiestas. ¿Qué es lo que más le gusta de las fiestas de Aranda?

La convivencia, el disfrute en comunidad. Ser parte de una celebración común a la que todo el mundo es bienvenido. Y, por supuesto, brindar.

- ¿Y lo que menos?

Que se acaben. Aunque seguiremos celebrando, después llega la V Gran Fiesta de la Vendimia de Ribera del Duero.