La coalición de Unidas Podemos en las Cortes de Castilla y León defiende la comida sin línea fría en los comedores escolares de la región y por ello ha registrado una Proposición no de ley al próximo pleno con el objetivo de que la Junta desarrolle un marco legislativo en el servicio de comedor. De esta manera apoya a los padres del colegio Santa Catalina, que han iniciado una campaña de firmas tras conocer que este centro, como ocurre con los colegios públicos de Roa y de Huerta de Rey, es uno de los elegidos por la Dirección provincial de Educación para instaurar este servicio, a pesar de contar con un comedor que viene funcionando hasta la actualidad.
Unidas Podemos insta a las Cortes de Castilla y León a “abrir un diálogo con la comunidad educativa pública, el diálogo social y el conjunto de órganos rectores de centros públicos que ofrezcan servicio de comedor para desarrollar un marco legislativo autonómico dirigido a dar seguridad jurídica y administrativa a los nuevos sistemas de gestión con medios propios de comedores públicos para Castilla y León”. Así se recoge en la PNL que han presentado y que su portavoz, Pablo Fernández, defenderá este miércoles en el parlamento autonómico.
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Considera necesario la coalición, impulsar que los centros públicos con cocina in situ sean los encargados de elaborar los menús ofrecidos “en el conjunto de los centros sostenidos con fondos públicos”. Estiman, que una apuesta decidida por los comedores escolares como servicio público fomentaría “tanto la calidad alimentaria que reciben las personas usuarias como la economía circular, el empleo ligado al territorio y la salida al mercado de los productos de proximidad de agricultores y ganaderos de Castilla y León”.
Para Unidas Podemos, el comedor escolar es “un servicio público que ofrece a las familias vulnerables la posibilidad de acceder a una alimentación saludable” y remarca que este servicio es utilizado diariamente por, al menos, 43.000 escolares en los 521 comedores escolares existentes en los centros docentes públicos. Creen que la Junta de Castilla y León, aún a costa de contradecirse a sí misma, persigue la externalización de un servicio que no debería de ser “un complemento de carácter educativo”, sino que tendría que contemplarse como “parte del proceso educativo del alumnado y que, a su vez, se garantice su carácter gratuito y universal”.
Señala la coalición de izquierdas que la mayoría de los nuevos centros educativos se construyen ya sin cocina “con un office que alberga solo nevera y horno para recalentar la comida” y que este formato se encuentra con “la oposición frontal de las familias”. Recuerda Unidas Podemos que la Confederación de Federaciones de Asociaciones de Padres y Madres de Castilla y León (CONFAPACAL) y los Comités de empresa de las diversas provincias han denunciado que ven en la privatización de las plazas públicas en los comedores escolares “una precarización de las condiciones de trabajo y un peor servicio de alimentación”.
Imagen: Pablo Fernández, a la derecha, en Aranda de Duero durante la pasada campaña electoral. / BC