Aranda de Duero y Milagros se dan la mano para ver cómo se convierte en realidad un proyecto ideado por San Gabriel para la Ribera del Duero. Será ecológico, se obtendrán beneficios, supondrá una inversión de entre 15 y 20 millones de euros y la generación de doce puestos directos de trabajo que se sumarán a un número de indirectos con las empresas de la comarca.
Se trata del proyecto Rising Green. En el polígono Alto de Milagros se instalará una planta de tratamiento de residuos orgánicos para generar energía. En Aranda se creará el centro dedicado al desarrollo y la sostenibilidad.
Fue hace dos años cuando Enrique García, director y gerente de los Gabrielistas en Aranda, se ponía en contacto con empresas que pudiesen poner fin a un problema que se estaba generando en la Ribera del Duero: la proliferación de granjas porcinas en una zona donde la viticultura es una pieza clave de su desarrollo. “Porque no somos de mirarnos el ombligo de nuestros problemas, teníamos que encontrar una solución al difícil matrimonio que existe entre el mundo del vino, pilar de nuestra tierra, y entre el mundo de la ganadería, que también es el pilar de nuestra tierra; y dos años después aquí estamos presentando el proyecto, comenta García.
Así, en el polígono Alto Milagros se empezará a construir en 2023 una de las cuatro instalaciones que se repartirán en España de biodigestión. Las otras estarán ubicadas en Toledo, Murcia y Teruel.
En esa planta se tratarán residuos orgánicos, está diseñado para unas 100.000 toneladas anuales, para dar como resultado una serie de energía limpia reutilizable. Los residuos llegarán de la ganadería, pero también de empresas que los generan como Pascual o las bodegas. “Con un proceso de biodigestión se va descomponiendo de manera casi natural y generamos por un lado un gas, que lo purificamos y obtenemos metano, muy parecido al gas natural que consumimos, y CO2 que se utiliza mucho en la industria frigorífica sustituyendo al amonio. Luego queda otra parte solida que se convierte en un biofertilizante de gran potencial, que servirá para transformar la agricultura huyendo de los tratamientos químicos actuales y que servirá para todos los cultivos, más barato”, explica Alberto Pérez director técnico de operaciones del proyecto Rising.
Las obras de la planta se prevén en 10 meses, una vez obtenidos los permisos que se están tramitando.
Fundación Rising en Aranda de Duero
En Aranda de Duero se creará la Fundación Rising, por otro lado, un centro que se ubicará en el edificio Tomás Pascual que gestionan los gabrielistas. Será un punto de referencia internacional para generar, compartir y difundir conocimiento a través de la impartición de un máster, formación o cursos que contribuyan a abrir líneas I+D+I y al diseño de soluciones innovadoras basadas en la economía circular.
“Queremos promover proyectos en materia de sostenibilidad, atraer talento, generarlo y retenerlo”, apunta Pérez. Y es que de lo que se trata es que Aranda sea el lugar donde se trabajará para dar respuesta a los problemas y retos que tanto las empresas como la administración pública han de afrontar para alcanzar la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.