Uno de los concejales electos de Fuentenebro renuncia a recoger el acta
Manuel Antonio Carmona lamenta la situación que se ha creado ante un derecho amparado por la ley
Manuel Antonio Carmona es uno de los tres concejales electos en el Ayuntamiento de Fuentenebro que recibió 9 votos en los comicios del pasado 28 de mayo. Él, junto a Jorge Juez Unsión y Ana Isabel Rasero están convocados el próximo 17 de junio a recoger su acta como concejal de este municipio ribereño, pero ha optado por renunciar a hacerlo.
Lo hace ante la tensión que se ha provocado en la localidad al saber que la única candidatura presentada era la de tres personas que, aunque ribereños, no tienen arraigo en el pueblo. “No sé qué ha pasado, pero todo se ha tergiversado y el final ha sido lamentable”, comenta este ciudadano, que no es la primera vez que trabaja para un Ayuntamiento como concejal sin pertenecer al municipio. Ya lo hizo durante ocho años en el de Milagros: cuatro formando parte del equipo de gobierno con Jesús Melero a la cabeza y otros cuatro en la oposición.
“Me animaron para que me presentara de alcalde cuando Melero dejó el cargo y saqué bastantes votos en un pueblo que no era el mío. Trabajé duro por él y con mucha motivación e ilusión, y siempre se me trató con respeto, lo cual agradezco”, recuerda Carmona.
Volviendo a Fuentenebro, asegura que su primera intención no era la de presentarse, sino que él mismo buscó candidatos en el pueblo para que lo hicieran. “En todo momento intentamos colaborar con el pueblo para que encabezaran las listas, yo mismo me reuní con gente del pueblo para animarlos a presentar candidatura sin enarbolar ninguna bandera política”, explica.
No hubo respuesta, continúa, por lo que se prestó voluntario a optar para convertirse en concejal bajo las siglas del PP, partido al que pertenece. “Quería aportar mi experiencia y colaborar sin ningún tipo de interés y sacrificando bastantes cosas a nivel personal”, indica Carmona, consciente de que siempre ha estado preocupado por la problemática de los pueblos.
“Pero tengo que reconocer que esta mala experiencia me ha dejado tocado de verdad”, reconoce, deseando para los habitantes de Fuentenebro “toda la suerte del mundo” y esperando “que recapaciten sobre lo ocurrido” y que tengan en cuenta que hay muchos pueblos que subsisten gracias a la labor de gente foránea que entra en ayuntamientos “sin intereses particulares, y por lo tanto unos objetivos imparciales a la hora de tomar decisiones”.
“No se puede juzgar a nadie sin verle actuar y menos recibirle a pedradas y amenazas”, comenta. A pesar de esta situación creada, da las gracias a las personas “que se sintieron avergonzados lo que ocurrió y confiaron en nosotros en las urnas”. También agradece el compromiso del PP con los pueblos.
Por último, lamenta lo ocurrido. “En un estado democrático no pueden ocurrir estas cosas que significan retroceder en el tiempo”, recuerda, señalando que las personas son libres para decidir votar y también para presentarse a unas elecciones siempre que se respete la ley.
Manuel Antonio Carmona es uno de los tres concejales electos en el Ayuntamiento de Fuentenebro que recibió 9 votos en los comicios del pasado 28 de mayo. Él, junto a Jorge Juez Unsión y Ana Isabel Rasero están convocados el próximo 17 de junio a recoger su acta como concejal de este municipio ribereño, pero ha optado por renunciar a hacerlo.
Lo hace ante la tensión que se ha provocado en la localidad al saber que la única candidatura presentada era la de tres personas que, aunque ribereños, no tienen arraigo en el pueblo. “No sé qué ha pasado, pero todo se ha tergiversado y el final ha sido lamentable”, comenta este ciudadano, que no es la primera vez que trabaja para un Ayuntamiento como concejal sin pertenecer al municipio. Ya lo hizo durante ocho años en el de Milagros: cuatro formando parte del equipo de gobierno con Jesús Melero a la cabeza y otros cuatro en la oposición.
“Me animaron para que me presentara de alcalde cuando Melero dejó el cargo y saqué bastantes votos en un pueblo que no era el mío. Trabajé duro por él y con mucha motivación e ilusión, y siempre se me trató con respeto, lo cual agradezco”, recuerda Carmona.
Volviendo a Fuentenebro, asegura que su primera intención no era la de presentarse, sino que él mismo buscó candidatos en el pueblo para que lo hicieran. “En todo momento intentamos colaborar con el pueblo para que encabezaran las listas, yo mismo me reuní con gente del pueblo para animarlos a presentar candidatura sin enarbolar ninguna bandera política”, explica.
No hubo respuesta, continúa, por lo que se prestó voluntario a optar para convertirse en concejal bajo las siglas del PP, partido al que pertenece. “Quería aportar mi experiencia y colaborar sin ningún tipo de interés y sacrificando bastantes cosas a nivel personal”, indica Carmona, consciente de que siempre ha estado preocupado por la problemática de los pueblos.
“Pero tengo que reconocer que esta mala experiencia me ha dejado tocado de verdad”, reconoce, deseando para los habitantes de Fuentenebro “toda la suerte del mundo” y esperando “que recapaciten sobre lo ocurrido” y que tengan en cuenta que hay muchos pueblos que subsisten gracias a la labor de gente foránea que entra en ayuntamientos “sin intereses particulares, y por lo tanto unos objetivos imparciales a la hora de tomar decisiones”.
“No se puede juzgar a nadie sin verle actuar y menos recibirle a pedradas y amenazas”, comenta. A pesar de esta situación creada, da las gracias a las personas “que se sintieron avergonzados lo que ocurrió y confiaron en nosotros en las urnas”. También agradece el compromiso del PP con los pueblos.
Por último, lamenta lo ocurrido. “En un estado democrático no pueden ocurrir estas cosas que significan retroceder en el tiempo”, recuerda, señalando que las personas son libres para decidir votar y también para presentarse a unas elecciones siempre que se respete la ley.