La petición del Procurador del Común al Ayuntamiento de Aranda de Duero es clara. Es necesario que la administración municipal se ponga en marcha para hacer un cambio en la normativa que regula la instalación de veladores y terrazas en la vía pública. No puede ser, indica, que se permita el establecimiento de mesas, sillas o demás obstáculos siguiendo la línea de fachada de las edificaciones. Y es que, la actual ordenanza indica que la terraza tiene que ser próxima a la fachada e incluso adosada.
Recuerda que el Tribunal Supremo señala “con toda nitidez” que la eliminación de elementos adosados a las fachadas posibilita que una persona invidente pueda orientarse con su bastón, siguiendo la línea de las fachadas, y recuerda que “no admite excepciones al respeto” y considera ilegal una regulación municipal que vulnere esta movilidad.
Por tanto, pide al Consistorio que se lleve a cabo una acción positiva dirigida a la eliminación de barreras, obstáculos y riesgos que generan los establecimientos de hostelería y comerciales con el diverso mobiliario que estos sacan a la calle. Indica que se debe adaptar la normativa eliminando la posibilidad de ocupar el espacio inmediato a la línea de fachada, y que se deberán anular las autorizaciones que se hubieran concedido.
Va más allá pidiendo la vigilancia. Se debe “comprobar la situación de todos los establecimientos de Aranda de Duero” requiriendo que se eliminen los elementos situados junto a la fachada, requiriendo el ancho de espacio peatonal y manteniendo libre la línea de fachada, y exigiendo la eliminación de cualquier obstáculo que impida el acceso a las terrazas de todas las personas, sancionando en caso de incumplimiento.
La resolución del Procurador del común la hace ante la queja presentada por la asociación Disfar, un documento que incluirán en la denuncia presentada hace unas semanas ante la Fiscalía.