Más que poner un “granito de arena” a las reivindicaciones que se están realizando para conseguir la reapertura de la línea del Tren Directo entre Madrid y Burgos, pasando por Aranda, lo que ha conseguido la iniciativa del joven arandino Pablo de la Rubia ha sido todo un espaldarazo a la causa. Han sido muchos los medios a nivel nacional los que se han hecho eco a lo largo del día de hoy de la acción.
En ella se ha pedido tren, pero realizando un largo recorrido a base de dar pedaladas. Una veintena de ciclistas salían a las siete y media de la mañana de la plaza Mayor de Aranda de Duero para recorrer los 185 kilómetros que separan la capital ribereña de la española. A través de carreteras secundarias los participantes conseguían llegar diez horas más tarde a la estación madrileña de Chamartín, donde decenas de personas les esperaban junto a la pancarta que pide el Tren Directo.
Pablo de la Rubia ha sido el encargado de leer un manifiesto en el que recordaba que “Aranda de Duero no es sólo una ciudad mediana, sino que es el centro neurálgico de una comarca, la Ribera del Duero”.
“Nuestra comarca es muy dinámica, con una economía en equilibrio entre lo industrial y lo rural. Es un ejemplo de desarrollo a seguir por todas esas regiones que se han venido a autodenominar la España vaciada, combinando las riquezas de nuestro sector primario, en este caso el vino, con una buena estrategia de industrialización, atrayendo a empresas ejemplares”, decía el arandino.
Recordaba la dificultad para atraer a profesionales del ámbito de la sanidad, la educación, “y de otros muchos sectores que quieran trabajar en nuestras empresas”. “Cuando les preguntamos a estos profesionales por qué no quieren venir a trabajar a Aranda, casi siempre surge la misma respuesta: mala comunicación”.
Su petición, y la de los colectivos que llevan años reclamando esa infraestructura ferroviaria que se quedó paralizada en 2011 cuando una máquina bateadora obstruyó el túnel de Somosierra sin que ADIF se responsabilizase del mantenimiento de la línea, no es otra que “reivindicar que los habitantes de Aranda y de la Ribera estemos en igualdad de oportunidades”.
“El tren es el progreso, es el enganche al futuro. No queremos que sea demasiado tarde y por eso le pedimos al Estado, al Gobierno, que defienda los intereses de una sociedad unida y convencida de que nos merecemos que se nos devuelva el tren”, señalaba en la estación madrileña, asegurando que “no pararemos hasta que nos devuelvan el tren”.