Alejo Ruiz es el delegado en la provincia burgalesa del Colegio de Ópticos Optometristas de Castilla y León. Desde esta entidad se ha iniciado una campaña para conseguir que la Sanidad pública de Castilla y León cuente con la figura del optometrista al igual que ocurre con otras comunidades españolas. De ese tema hablamos con él este domingo.
- ¿Cuántos colegiados y establecimientos hay en Aranda? ¿Y en Roa?
- En la capital ribereña existen 8 establecimientos sanitarios de óptica atendidos por un total de 17 ópticos optometristas. En Roa tenemos un solo establecimiento atendido por una compañera óptico optometrista. En el resto de la provincia, disponemos de otros 50 establecimientos, atendidos por 105 ópticos optometristas distribuidos entre Briviesca con 2 establecimientos, Medina de Pomar con otros 2, Miranda de Ebro con 6, Salas de los Infantes con 1, Villarcayo con 1 y Burgos capital con 38, lo que hace un total de 59 establecimientos en toda la provincia y 123 ópticos optometristas.
- El Colegio de ópticos Optometristas defiende la inclusión de los ópticos al sistema público de salud. ¿No existe ya la figura del oftalmólogo?
- Sí, efectivamente la figura del oftalmólogo ya existe y así debe seguir siendo, pero la inclusión del óptico optometrista complementaria la labor de este profesional ayudándole en el cuidado visual de los pacientes, ya que nosotros como profesionales sanitarios especializados en salud visual, fuimos reconocidos por la Consejería de Sanidad como profesionales sanitarios de interés público y por tanto necesarios para la atención de la salud visual de los castellanos leoneses.
- ¿Qué aporta un optometrista?
- Nuestra inclusión aportaría diversas ventajas al sistema y a los ciudadanos. Disminuiría la presión asistencial en el servicio de Oftalmología, aumentaría la capacidad diagnóstica y quirúrgica de este servicio gracias a la descarga de la citada presión asistencial, incrementaría la rapidez en el diagnóstico y tratamiento de los pacientes, y se conseguiría implementar un tratamiento visual ortóptico, cuando el caso así lo requiriese, que actualmente no se oferta en la sanidad pública de nuestra comunidad.
- Vamos, que todo serían ventajas para los pacientes…
- Todo ello se resume en un único objetivo final, que es contribuir a una mejora de la asistencia en salud visual de los pacientes. Además, tenemos la gran ventaja, que supone que nuestra provincia forma parte de una de las ocho comunidades del país que tienen estudios de Grado de Óptica y Optometría, en concreto desde hace más de 25 años en la universidad de Valladolid, con lo cual la demanda de profesionales para cubrir las plazas que se ofertasen estaría plenamente cubierta.
- Habéis iniciado una campaña para conseguirlo…
- Hemos iniciado una campaña en todas las provincias castellano leonesas para sensibilizar a la población, a los gestores y a los políticos de nuestra comunidad sobre los beneficios que supondría nuestra inclusión en la sanidad pública y para hacer ver a la administración las ventajas que ello supondría tanto a nivel de reducción de listas de espera, como a nivel económico, con la reducción de gasto público, como se puede ver en el informe llamado “Ampliación de cartera de servicios de salud visual en Castilla y León. Una aproximación de evaluación económica”. Que se remitió a la Conserjería de Salud en febrero del 2022.
- ¿Nos puedes hacer un pequeño resumen de ese estudio?
- Fue redactado por el Consejo General de Ópticos-Optometristas y por la Sociedad española de Optometría, basado en la experiencia de otras comunidades donde ya está la figura del óptico optometrista ejerciendo con resultados muy positivos. En él se ponía de manifiesto que el número de derivaciones de atención primaria a oftalmología por problemas de agudeza visual fue de 74.000 desde pediatría y de 63.100 desde medicina general. Para poder atender a estos pacientes y no saturar así el servicio de oftalmología, sería necesario implantar 15 unidades de Optometría para pediatría y 16 unidades para adulto
Del mismo modo en el informe se indica que el coste de la implantación de estas unidades sería de 59.309 euros por cada una de ellas y ascendería aproximadamente a un total de 1.800.000 euros frente a los 3.600.000 euros del modelo actual. Lo cual, como te decía, supondría un estimable ahorro para las arcas públicas.
- ¿Hay visos de lograrlo?
- Por supuesto, creo que es algo que más tarde o temprano se logrará y que será un hecho, ya que es una cuestión que se cae por su propio peso, y que la sociedad castellano leonesa demanda en una amplia mayoría.
- Pero sí que está reconocida la figura del óptico en otras comunidades. ¿Qué pasa allí que aquí no ocurre?
- Esta figura ya existe en un total de 11 comunidades (Aragón, Andalucía, Baleares, Cataluña, Extremadura, La Rioja, Madrid, Murcia, Navarra, País Vasco y Comunidad Valenciana), donde actualmente trabajan más de 400 compañeros, tanto en hospitales como en centros de salud. En ellas se ha demostrado la eficacia del trabajo de los ópticos optometristas, reduciendo las listas de espera en comunidades como por ejemplo la catalana que nos triplica en población y sin embargo proporcionalmente su lista de espera es menor que la nuestra.
¿Que nos falta en nuestra comunidad, para que esto sea una realidad?, supongo que voluntad política, organización en la distribución del trabajo y quizás cierto sentido común.
- En Aranda hay meses de espera para acudir a una primera consulta al oftalmólogo. ¿Qué porcentaje de patologías podría ser resuelta por un optometrista?
- Las listas de espera en Aranda son amplias, al igual que ocurre en Miranda y en Burgos capital. Los optometristas directamente no resolveríamos patologías oculares, nuestra inclusión serviría para que estas patologías pudieran ser resueltas más rápidamente por los oftalmólogos que son quienes tienen y deben que solucionarlas.
Sabemos que la tasa de derivación a oftalmología a nivel nacional es de un 6% y en el ámbito de pediatría es de un 22,5% y de este porcentaje un 76% está relacionado con problemas de agudeza visual, y que del mismo modo en el ámbito de la población adulta la tasa de derivación es del 14,5% y de este porcentaje un 30% está relacionado también con problemas de agudeza visual, los Ópticos-Optometristas podrían perfectamente solucionar estos problemas de agudeza visual con medios refractivos, ópticos, contactológicos o a través de terapia visual ortóptica, de esta manera solamente llegarían al servicio de oftalmología aquellos pacientes que necesitasen diagnóstico y tratamiento de distintas patologías urgentes o crónicas, terapias farmacológicas para las mismas o incluso cirugía.
Con esto los oftalmólogos tendrían más tiempo para realizar esta labor tan importante que tan sólo ellos pueden realizar.
- ¿Vamos poco a revisar nuestra salud visual?
- En mi práctica diaria, te diría que no, que realmente los pacientes revisan periódicamente su salud visual. Nosotros aconsejamos al menos hacerlo una vez al año, aunque siempre hay excepciones con algunos pacientes que descuidan sus controles visuales.
Pero claro, muchas veces estos controles no se pueden realizar a tiempo por la saturación del servicio público de salud y es por lo que un gran número de pacientes acuden a nuestros establecimientos sanitarios de óptica a realizar estos controles, en los cuales, si no es posible resolver sus problemas visuales y sólo entonces, se le derivan a oftalmología.
Por el contrario, hay ciertos pacientes que precisan más asiduidad en sus consultas, ya que tienen patologías asociadas o crónicas que requieren de controles más periódicos y es aquí donde las largas listas de espera de oftalmología entorpecen el correcto control de estos pacientes que además, debido precisamente a estas patologías, sólo pueden ser tratados por los oftalmólogos, como por ejemplo en el caso de retinopatías diabéticas, maculopatias, etc…
- ¿Son los niños los más perjudicados?
- Ellos por supuesto son uno de los grupos damnificados, pero no el único. Evidentemente el correcto desarrollo visual de un niño es fundamental en especial en los primeros años de vida, y ante cualquier sospecha de problema visual tanto por parte de los padres como de los profesores, por ejemplo, debe ser revisados y tratados si procede para que este citado desarrollo sea adecuado y no desemboque en una ambliopía por ejemplo por no haber sido tratado a tiempo. De ahí la importancia de que las listas de espera se reduzcan lo máximo posible.
- Luego está el tema de las gafas. ¿Debería el sistema público financiar su compra al igual que ocurre con los medicamentos?
- Desde el colegio de ópticos y optometristas no tenemos una postura al respecto, pero a nivel personal te podría decir que aunque en principio sería una buena idea, puesto que hay un gran número de usuarios de compensaciones ópticas, con lo cual si el sistema público lo financiase o al menos en parte, sería estupendo, pienso que los recursos económicos que esto supondría mermaría otras áreas asistenciales y por lo tanto yo me conformaría con que la sanidad pública siga siendo pública y accesible para todos y que los recursos de la misma se usen adecuadamente y sirvan para que la salud en general y la visual en particular cada día este mejor y más convenientemente atendida.