Hace cuatro meses, la empresaria arandina María Isabel de Blas se convertía en la nueva presidenta provincial de Cruz Roja. Tras dejar pasar un tiempo para que tomase las riendas de este colectivo hemos querido sentarnos con ella para hablar de las tareas que realiza y de su visión.
- ¿Desde cuándo formas parte de Cruz Roja?
- Mi vinculación con Cruz Roja viene de atrás. Fui voluntaria hace muchos años en la asamblea comarcal de Aranda de Duero.
- ¿Qué es lo que te ha motivado para aceptar convertirte en la nueva presidenta provincial?
- Asumir la presidencia provincial de Cruz Roja en Burgos posiblemente sea uno de los acontecimientos más importantes de mi vida. Poder aportar mi experiencia personal, profesional y empresarial a la organización humanitaria, de carácter voluntario, más arraigada en España, es un gran honor y me hace sentir feliz.
- ¿Estás ilusionada?
- Estoy muy ilusionada y soy consciente de la gran responsabilidad que conlleva. Espero y deseo estar a la altura que Cruz Roja se merece. No hay fin más noble que ayudar a proteger la vida y la salud y hacer respetar la vida humana
- ¿Qué significa Cruz Roja para ti?
- El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja es una de las redes humanitarias más grandes del mundo, con la misión de prevenir y aliviar el sufrimiento humano. Su carácter de voluntariado ha sido y es el alma de la Cruz Roja desde su creación. Las personas voluntarias son la base de todas las actividades, proporcionando asistencia a millones de personas vulnerables. Es tan grande su significado, que no tengo palabras para definirlo.
- ¿Te has marcado algún reto?
- Mi compromiso por continuar con las líneas en las que se han entregado mis predecesores en el cargo, a quienes agradezco su labor, siempre por y para las personas más necesitadas.
- ¿En qué líneas trabaja Cruz Roja Burgos en estos momentos?
- En este momento estamos actuando para mejorar la calidad de vida de las personas que viven en las localidades más despobladas de la provincia en un plan de empleo, ayudando a familias en pobreza o riesgo de pobreza. Mantenemos la red de equipos de Respuesta Básica en Emergencias. Con las personas mayores intervenimos para evitar la soledad no deseada, seguimos trabajando con la infancia. Y todo eso sin olvidar nuestro compromiso humanitario con las personas refugiadas, con las mujeres y con la sostenibilidad.
- La organización acaba de cumplir 150 años de andadura en Burgos y esta onomástica os ha llevado a celebrarlo con actividades. ¿Llegará alguna a Aranda?
- En julio arrancó un año para conmemorar los 150 años de vida de Cruz Roja en Burgos y su provincia. Precisamente estamos ya trabajando en un conjunto de actos y acciones que se celebrarán en Burgos y en el resto de la provincia. Con seguridad, alguno de ellos tendrá a Aranda de Duero como protagonista.
- Programas de juventud, de empleo, de formación, de intervención social y medioambientales se han ido añadiendo en las últimas décadas en Cruz Roja y cambia mucho la visión que teníamos de que sólo se ocupaba de emergencias. ¿Qué ha ocurrido para que haya habido ese cambio?
- Cruz Roja ha evolucionado a la par que lo ha hecho la sociedad y hoy es mucho más. Es por ello que nos ocupamos desde Inclusión Social y trabajamos con las personas que están en riesgo de pobreza y exclusión para que tengan las oportunidades y recursos necesarios. También el área de Empleo, donde trabajamos para promover la igualdad de oportunidades ayudando a las personas a poder acceder al mercado laboral en igualdad de condiciones.
De forma paralela, desde el área de Educación actuamos con las personas para promover la Igualdad de oportunidades, participación activa y contribuir a la lucha contra la discriminación fomentando la formación. Asimismo, desde el área de Medio ambiente promovemos acciones que ayuden a conservar nuestro planeta en las mejores condiciones y a educar a las nuevas generaciones en estas prácticas.
Precisamente trabajar con los más jóvenes es uno de los objetivos de Cruz Roja en el fomento de valores como la tolerancia y el respeto, igualdad de género, acercamiento a la naturaleza, además de la promoción de hábitos saludables y concienciación contra el abuso y el bullying, entre otros.
- Y no olvidemos su faceta cada vez más de cercanía con el mundo rural. ¿Es difícil llegar a los pequeños pueblos?
- Para ello Cruz Roja ha puesto en marcha su proyecto "Reto 1213", a través del cual quiere llevar su capacidad de atender a la población vulnerable también a los 1.213 municipios españoles con menos de 100 habitantes, de los que 562 están en Castilla y León con Burgos a la cabeza en la comunidad autónoma. Son 142 municipios, en la provincia de Burgos, con una densidad de población inferior a 100 habitantes.
Nos embarcamos en el diseño de una estrategia de respuesta específica para mitigar los efectos de la despoblación, con el compromiso de aproximarnos, aún más, a las personas que habitan los municipios con menor población de la provincia. Y ya lo estamos haciendo de la mano de los propios ayuntamientos y ayudados por la Diputación de Burgos.
- ¿Qué aporta pertenecer a Cruz Roja?
- Hace poco me dijeron que Cruz Roja abre las puertas con una sonrisa sólo con su presencia y creo que es cierto. Que la gente percibe a Cruz Roja como una ayuda, como un aliado, como una institución cercana que lleva en nuestra provincia nada más y nada menos que 150 años ayudando a quienes más lo necesitan.
Cruz Roja Española es una organización humanitaria de carácter voluntario, fuertemente arraigada en la sociedad.
En Cruz Roja, nos movemos por 7 principios fundamentales: humanidad, imparcialidad, neutralidad, independencia, carácter voluntario, unidad y universalidad. Todas las personas voluntarias nos sentimos vinculadas a estos principios, son los que dan sentido a nuestras vidas. Me siento afortunada por afrontar este reto.