Tras cuatro reveses en liga y uno más en la Copa del Rey, llega esa oportunidad necesaria de cambiar el rumbo de los acontecimientos. Javier Márquez tratará de vivir su primera alegría como entrenador del Tubos Aranda y este encuentro ante el Unión Financiera Oviedo es clave para ganar en confianza. La afición pondrá su granito de arena para llevar en volandas a un equipo que en los momentos más difíciles siempre tiene a su favor al jugador número 8. La plantilla tendrá que hacerse fuerte, multiplicarse, y suplir las bajas, que son importantes. Skrobic y Tobes son bajas seguras. Ivanov está casi descartado y Barceló todavía no se ha recuperado de su lesión en el talón de Aquiles, aunque evoluciona favorablemente. Son problemas de una primera línea donde Dalmau, Arnau, Pinillos, y Enebral tendrán que llevar el peso de un ataque que debe minimizar las pérdidas en estático. La victoria debe comenzar desde la defensa, dificultando el ataque asturiano (mermado por la ausencia de Carlos Ruesga), y propiciando el contragolpe de los extremos, algo que se ha visto a cuentagotas hasta la fecha. Hacer más partícipes a las alas y a los pivotes es una asignatura pendiente de este comienzo de liga. Mejorando en esos conceptos y con la afición empujando, se debería estar en posición de lograr la victoria y vivir la primera gran alegría de la temporada.
El encuentro arrancará a las 19.00 horas de este sábado en el Pabellón Santiago Manguán y será dirigido por los colegiados madrileños Jorge López y José Luis Hernández.