Como ya avancé en 'La fichas del tablero', la elaboración y negociación de los presupuestos iba a poner encima de la mesa algunos aspectos delicados, entre ellos, el de las liberaciones y los puestos de libre designación o confianza. Se sabía que era un melón que se iba a abrir (nunca se ha escondido), se aventuraba más o menos hacia dónde iban los tiros, pero quedaban algunos flecos en el aire. Ahora ya, las cartas se han levantado y el equipo de gobierno, quizás, ha perdido la oportunidad de manejar su relato, defender su propuesta y dar sus argumentos a los arandinos. Creo que es necesario y obligado, con una alternativa que pretende dar un giro tan radical a lo que ha sido la realidad municipal de las últimas décadas y cuando se habla de cantidades abultadas que van a generar debate. Se pasa de la nada al todo y se ponen algunos ceros encima de la mesa, alejados de muchos ciudadanos de a pie.
Tras la presentación de los presupuestos a los partidos políticos, una vez que tantas manos manejan una información, es muy inocente pensar que ese jugoso contenido no nos va a llegar o no lo vamos a buscar. Las filtraciones son muy viejas, siempre buscan un objetivo, y existen desde antes de la época romana para deleite tanto del filtrador como del receptor. Eso es así, y es mejor ser consciente de ello y aterrizar en el mundo real, que echarse las manos a la cabeza por este tipo de acciones que han existido, existen y existirán, afortunadamente, para la vida periodística. Y que no siempre caen del cielo.
Pues bien, en el borrador de presupuestos se contemplan un total de cuatro liberaciones y tres puestos de libre designación. Las liberaciones se fijan en 52.000 euros cada una (no está mal). Los puestos de confianza a 27.000 euros para jefe de Gabinete, Técnico de Presupuestos y Coordinador de concejalías, respectivamente (quizás con algún complemento específico extra, al ser puestos cualificados). En las dedicaciones políticas se pone sobre la mesa la liberación al 100% de dos concejales: el responsable de Protección Ciudadana, Promoción, Desarrollo y Turismo y el responsable de Festejos, Educación y Cultura. Las otras dos se repartirían parcialmente entre otros compañeros, queda por determinar cómo y en qué tanto por ciento.
Esa es la propuesta y ahora está el camino para buscar apoyos. Hay tres alternativas: Partido Popular, Partido Socialista y VOX. Con una de ellas sería suficiente, pero cuesta pensar que alguno vaya a firmar ese cheque en blanco así por así. Otra posibilidad es negociar para encontrar un entendimiento. En principio, las liberaciones en la oposición no parecen tener mucho sentido, no hay suficiente carga de trabajo (o no lo parece), pero metidos en negociaciones, casi siempre, todo es posible.
Para buscar una referencia sobre un Ayuntamiento similar al nuestro con liberaciones en marcha desde hace varios mandatos, me he detenido en Miranda de Ebro. Allí, hay dos ediles con el 100% de liberación. En concreto, el de Servicios Sociales y Seguridad Ciudadana y quien ocupa la cartera de Obras y Modernización. La liberación total mirandesa está pagada con 41.297 euros anuales. Hay otras dos liberaciones al 75%, el concejal de Servicios y la concejala de Medio Ambiente, con una retribución anual de 30.973,44 euros anuales. Como en Aranda, también la alcaldesa de Miranda está liberada. En su caso, con un sueldo de 51.709 euros. En cuanto a puestos de confianza, tienen uno, correspondiente a la responsable de comunicación.
Sin duda, el debate de las liberaciones está otra vez en primera línea. Siempre ha habido una sensación de que era necesario un mayor número de dedicaciones exclusivas, pero nunca ha habido un momento oportuno, ni mayorías holgadas (sigue sin haberlas). Ni a final de un mandato, ni a principios de otro. Veremos en qué acaba está vez…