Alrededor de una treintena de empresas ribereñas y entidades de la comarca han acudido a la convocatoria de la Asociación de Empresarios de Aranda y la Ribera (ASEMAR). Bajo el título “Despertando oportunidades” proponía un punto de partida para que entidades que trabajan por la inclusión de las personas den a conocer al tejido empresarial lo que hacen y lo que pueden hacer por las industrias, comercios, hostelería y servicios ribereños.
“Es necesario que el tercer sector colabore con las empresas y ellos nos hagan conocedores de la realidad social que existe en nuestro entorno”, destaca la presidenta de ASEMAR Cristina Martín, haciendo hincapié en la importancia que tiene “ser conscientes de la diversidad de personas con las que convivimos y a las que las empresas tenemos que dar respuesta”.
Crear sinergias para abordar temas de inclusión, de formación y de accesibilidad son algunos de los objetivos de este proyecto, que busca además mejorar en sensibilización e integración. Porque son muchos los aspectos positivos de esa unión de fuerzas. Comenzando por la posibilidad de contratar personas que hacen falta en las empresas ya formadas por las asociaciones y continuando por la adaptación de las propias empresas para que sean cada vez más accesibles.
“Queremos buscar puntos que nos mantengan conectados para trabajar en un futuro con iniciativas que salgan de aquí. Saber qué necesitan las empresas y cómo podemos ayudarlas en nuestras líneas de trabajo con itinerarios que son muy flexibles y adaptativos”, señala la responsable de Empleo de Cruz Roja, Vanesa González. Y es que, gracias a esos itinerarios, desde Cruz Roja se colabora preseleccionando candidatos acordes a las ofertas de trabajo existentes y con una formación a la carta en aquellos sectores que tienen más necesidad de personal. En 2022 se formó a unas 150 personas y la ratio de inserción fue del 60%.
Vanesa Benito representa a ASADEMA, que además de contar con centros de día, residencias y viviendas tuteladas cuenta con un centro especial de empleo dedicado a la fabricación de estuches de madera para productos agroalimentarios, taller textil y serigrafía de ropa laboral. Veinte personas están insertadas en el mundo laboral, aunque con la diferencia de que lo hacen en sus propias instalaciones. Para Benito, lo principal es que “las empresas confíen en nosotros”.
Por su parte, Salud Mental Aranda ofrece itinerarios de empleo sobre todo para personas con discapacidad, donde atienden a más de un centenar de personas al año. También realizan preselección de candidatos y prestan apoyo al trabajador y a la empresa en la incorporación al puesto de trabajo. Eva Fernández es la gerente de la ONG y recuerda que “en lo que llevamos de 2023 hemos conseguido 83 contrataciones”. Ellos también cuentan con un centro especial de empleo con servicios de limpieza y reparto de correspondencia donde trabajan 5 personas.
Por su parte Cáritas también apoya la inserción laboral con una formación personalizada que se adapta a las necesidades de las empresas. Roberto Casado es el gestor de proyectos sociales para el empleo y apunta que no sólo es importante que las personas consigan un empleo, sino que lo pueda mantener. “Hacemos la intermediación con las empresas, con el valor añadido de que les conocemos y que no acaba el proceso cuando les insertamos, sabiendo que lo importante no es conseguir un empleo sino poderlo mantener”, señala.