La limpieza del terreno de la vivienda del pintor Vela Zanetti en la localidad de Milagros ya ha finalizado y el siguiente objetivo será contar con un proyecto para llamar a las puertas de las administraciones en busca de financiación para recuperar esta casona. “No podemos ir a ningún sitio a pedir dinero si no lo tenemos”, explica su alcalde Pedro Luis Miguel Gil.
Se quiere conseguir que en dos meses se pueda contratar la elaboración de ese proyecto para presentarse a la convocatoria de ayudas correspondientes al 2% cultural del Ministerio de Cultura, teniendo en cuenta que se trata de un Bien de Interés Cultural en la categoría de monumento desde el año 1997. Afecta a la vivienda del pintor que da a dos calles, la extensa parcela y las edificaciones anejas utilizadas por el artista. Un espacio de 3.347 metros cuadrados.
¿En qué consistirá?
La intención es crear allí una plaza de la Cultura que dé cabida a los espectáculos del verano cultural. Ahora se realizan en la plaza Mayor y en parte de la calle El Calvario, pero el sitio es pequeño, a lo que se suma la necesidad de tener que cortar las calles y de instalar un escenario cada año.
Otra fase sería la recuperación de la propia casona de Vela Zanetti. La fachada ni siquiera tiene la balconada antigua y esta se quiere recuperar. La idea es levantar de nuevo el edificio para acoger en su interior un museo del pintor. También podría contener un taller donde puedan trabajar pintores noveles, que puedan exponer sus trabajos.
Pero para diseñar su contenido se ha creado una comisión informativa de la que forma parte el propio Ayuntamiento con todos los grupos municipales y técnico municipal, como también representantes de asociaciones, cooperativas, artistas y personas vinculadas con Vela Zanetti. “Entre todos se están presentado ideas, e incluso estamos valorando la opción de que el proyecto se haga a través de un concurso de ideas para que además de las nuestras los estudios de arquitectura puedan añadir otras”, comenta el alcalde.
El proyecto se acercará más a la inversión que será necesaria. En principio se baraja que cueste en torno a medio millón de euros, casi el presupuesto anual de un municipio que, asegura Miguel, “no puede asumir todo el coste”.