A falta de tres rondas llegó a colocarse segundo en la clasificación tras firmar tablas con el jugador que luego se proclamó campeón del torneo, el kazajo Abilmansur Abdilkhair. El 2023 acaba con este gran puesto, que se une al título de campeón de España obtenido hace unos meses en Murcia. Además de Víctor, otros dos españoles también estuvieron presentes en la cita: Sergio Romero acabó 12º en la misma categoría que Víctor Arce, mientras que Miguel Sala fue el 35 en sub 1700.
P. ¿Cómo ha sido la experiencia de disputar todo un Mundial de Ajedrez en Mascate, la capital de Omán?
R. Ha sido magnífica. No sólo por el torneo sino porque Omán es un país que ofrece muchos atractivos turísticos y aunque estábamos muy centrados en el campeonato también me ha dado tiempo a conocer un poco su cultura y costumbres. Me lo he pasado genial. Me llamó la atención lo hospitalarios que son. Han sido muy buenos anfitriones y nunca nos faltó de nada. Hicimos alguna visita oficial a Ministerios, vimos monumentos, mezquitas…., y nos facilitaron todo tipo de alimentos y productos durante nuestra estancia.
P. ¿Y eso que empezaron mal las cosas ya que tuviste una incidencia en el vuelo que te impidió llegar a tiempo a la primera partida?
R. Fue una faena porque empecé perdiendo pero me lo tomé con tranquilidad y no me puse nervioso por eso. En Estambul vivimos una auténtica aventura. Estuvimos tres horas en el autobús y luego otras seis en el aeropuerto. Nos buscaron un hotel para que pudiéramos descansar y volar al día siguiente. Son cosas que ocurren a veces y están fuera de tu control. De todo se aprende y salimos incluso reforzados mentalmente para afrontar lo que restaba de Mundial.
P. ¿Por qué a partir de ahí ganas cinco partidas consecutivas?
R. Así es. No nos pusimos ningún objetivo y decidimos ir partida a partida desde el principio. Sin hacer planes. El primer rival me costó mucho. Era un kuwaití que tenía menos ranking que yo pero fue la partida más complicada de ese inicio. Luego afronté cada partida como una final porque el resto de rivales tenían más ELO que yo. Gané a varios aspirantes a Maestro FIDE que ni yo me esperaba que pudiese superarles. Primero al sudanés Hassan, luego a la búlgara Naymanova, y finalmente al alemán Pitschka, y al ruso Egorov.
P. ¿Y te colocaste segundo enfrentándote al gran favorito?
R. La verdad es que estaba viviendo un sueño y no me lo creía. Estaba alucinando. Y encima logré unas tablas con el máximo favorito, el jugador kazajo que luego ganó el torneo, Abdilkhair. A partir de ahí sí que me puse el reto de intentar quedar entre los primeros sacando algún punto más, pero no pude y perdí los últimos tres enfrentamientos.
P. ¿Te pudo la presión?
R. Un poco. Por hacer un poco de autocrítica tenía que haber afrontado las últimas partidas de otra manera pero ya no hay vuelta atrás, y de todo se aprende. Por ejemplo en la siguiente partida tenía mejor posición que mi rival pero no la valoré bien y aunque me ofreció tablas, quise ganar y arriesgué demasiado. Perdí finalmente. Y en las dos últimas los rivales eran muy buenos y cualquiera te puede vencer. Eso es lo que me pasó. En la partida que cerraba el torneo perdí contra un jugador mexicano, y si hubiese ganado mi puesto podría haber sido top ten pero quedé el 16º en mi categoría de 2300, que me deja muy contento la verdad. Sabor agridulce pero he aprendido mucho.
P. ¿Habrás subido bastantes puntos ELO en la clasificación mundial?
R. Casi 50 y es algo que no me esperaba porque mis expectativas no estaban tan altas cuando acudí al Mundial. Nos ganamos la plaza por ser campeones de España y no podíamos tener mejor final de año la verdad. De cara al año que viene saldremos en mejores posiciones por esa subida de puntos.
P. ¿Te ves jugando algún día un Campeonato del Mundo Profesional?
R. Sinceramente no. Sería un sueño y yo juego al ajedrez todos los días para mejorar y llegar ahí pero es prácticamente imposible. Estoy estudiando y practicando para mejorar aspectos donde me falta mucho que aprender todavía. Por ejemplo en memoria de aperturas y en toma de decisiones durante las partidas. Hay momentos donde valoro las posiciones incorrectamente. Ese tipo de cosas son las que distinguen a los mejores. Pero bueno, yo sigo jugando para divertirme y pasar un buen rato, que es de lo que se trata delante de un tablero.