La semana se cierra con cero puntos en esas dos salidas complicadas que afrontaba el Tubos Aranda. Pero esta derrota es más preocupante que la de Málaga. No se estuvo a la altura mostrada en el anterior partido, especialmente en defensa, donde el cuadro ribereño encajó 35 goles. Una cantidad muy por encima de la habitual en las últimas jornadas y esas facilidades fueron aprovechadas por el Caserío de Ciudad Real para ir aumentando su ventaja cómodamente hasta acabar firmando un triunfo merecido y amplio. Salvo una pequeña reacción, comandada por cinco paradas consecutivas de Mangol, que llevó a estrechar el marcador hasta el 10-9 en la primera parte, el cuadro local siempre manejó ventajas tranquilas. No sufrió apenas el Caserío ante un Tubos Aranda que cometió numerosos errores en ataque y estuvo muy permisivo en la retaguardia. Al descanso se llegó con ventaja de los de jugadores entrenados por Santi Urdiales por 15-12 y en la segunda parte el hueco en el marcador se fue ensanchando paulatinamente hasta dejar el choque visto para sentencia a falta de un cuarto de hora para la finalización. Rogonovs aportó cinco goles y también Virulegio le acompañó con otros tres, firmando ocho entre los dos pivotes. Fue lo único destacable de un partido que deja al Caserío como líder, empatado con Guadalajara y UBU San Pablo en la primera plaza. Los tres equipos tienen 21 puntos tras la victoria burgalesa en cancha alcarreña.
Para el Tubos Aranda se inicia la última semana de competición del año que culminará con el partido ante Alcobendas el sábado en el Santiago Manguán. Importantísimo ganar para llegar al parón navideño fuera de los puestos de descenso, que vuelven a asomarse con peligro tras estas dos derrotas consecutivas.