Con la ‘resaca’ del partido de fútbol nos hemos plantado en finales de enero, sin hablar de propósitos o de despropósitos planteados para 2024 en el ámbito municipal. Es día 16 de enero y nos hemos vuelto a meter un año más en el bucle de los presupuestos. Es verdad que, en esta ocasión, se comenzó a trabajar con más tiempo, pero el panorama se ha tornado como casi siempre. A estas alturas, las cifras no están presentadas oficialmente en junta de portavoces, por lo cuál el reloj de la tramitación no ha empezado a funcionar. En concreto se encuentran en intervención que trabaja en el informe preceptivo. Falta, además, deshojar la margarita sobre qué camino se va a tomar para aprobarlos. Si el equipo de gobierno va a pasar por quitar las liberaciones de las cifras municipales y dejarlas para una futura ‘mesa de negociación’, una figura a crear en la que se han puesto de acuerdo Partido Popular y Partido Socialista. O, en caso contrario, se va a echar un órdago a la grande con una cuestión de confianza, que da a los partidos políticos un mes de plazo para unirse en una moción de censura con un acuerdo de gobierno entre PP, PSOE y VOX (tema de informativo nacional). Buscar un camino intermedio de los dos planteados se torna muy complicado, aunque ya dicen que en política no hay imposibles y se hacen extraños compañeros, o incluso ‘desertores’.
La mesa de negociación propuesta por los dos grandes partidos, donde se aborden las liberaciones del presente y del ‘futuro’ se defiende bajo un gran acuerdo que siente las bases de las dedicaciones exclusivas. Al argumentar su utilidad, hablan (PP y PSOE) de que en mayo de 2023, ese pacto estaba prácticamente hecho, con tres liberaciones para el equipo de gobierno y otras dos para la oposición. Es curioso, porque cuando en esta crónica se desveló ese hecho, más o menos se intentó transmitir que me lo había inventado. Y, fíjense como es la vida que, ahora, unos cuantos meses después, con grabadora, luz y taquígrafos declaran que lo que aquí se escribía era una realidad a punto de firmarse. ¡Cosas a las que ya estamos acostumbrados! Sin duda, el que se hiciera público fue uno de los detonantes para que no saliera adelante.
Al transmitir ese gran pacto, se les olvida decir que en mayo no todos estaban de acuerdo en hacerlo. Así, rápidamente y a diez días de unas elecciones, Ciudadanos y Podemos se posicionaron en contra. A Sentir Aranda, entonces fuera del Ayuntamiento, no le gustó el movimiento a sus espaldas y criticó la acción. Ahora esas palabras, se les vuelven en contra. En gran parte por un error de cálculo y, en mucha otra parte, por política y porque la oposición también quiere un trozo de pastel (como en mayo). Eso sí, queda mejor criticarlo en los presupuestos para luego negociarlo en una gran mesa y, así, todos contentos. Como pasa en la Diputación Provincial de Burgos, por ejemplo. Retirando las dedicaciones del presupuesto se dice que no hay problemas para apoyar las cifras, pero seguro que surgen algún flequito más (siempre puede haber algo de última hora). En cualquier caso, en mis cálculos, estaríamos a un mínimo de dos o tres meses hasta la aprobación, más el periodo de exposición pública. La cuestión de confianza tendría una tramitación más larga en el tiempo, por el mes de plazo para presentar una moción de censura, aunque en la negociación se podrían dilatar algo menos.
Lo que parece claro es que ya no es tiempo de deshojar más margaritas y urge que el equipo de gobierno elija un camino para seguir adelante, porque luego todos son prisas, y los proyectos quedan a medias o en el aire. Ese, sin duda, tiene que ser uno de los propósitos, el tener los presupuestos lo antes posible. Entre muchos otros, también destaca la Relación de Puestos de Trabajo, otro de los temas que necesitan esa apoyo político, en un asunto que se enquista aún más con la ‘guerra’ abierta entre altos funcionarios del Ayuntamiento que sube aún más la tensión a la que estamos ya acostumbrados en la vida municipal. La finalización de las eternas obras del Puente de Bigar, los Jardines de Don Diego, la solución al cobro del agua son solo algunos de los otros asuntos a abordar en 2024 para que no queden en despropósitos.