La contratación de tres personas para que las lecturas de los contadores de agua en Aranda de Duero puedan retomarse después de dos años dará lugar a que, durante el 2024, los arandinos tendrán que ponerse al día en el pago de este servicio. Todavía no se saben las fechas en las que se efectuarán los pagos, indican desde el Consistorio, pero sí que durante este año se pasará el cobro de los recibos atrasados de la tasa por el suministro de agua y alcantarillado correspondiente al último trimestre de 2022 y a los cuatro trimestres de 2023, además de los que corresponden a este ejercicio actual.
Son alrededor de 2,3 millones de euros los que el Ayuntamiento no ha cobrado por la falta de personas que revisasen los contadores. Una importante suma de dinero que se deberá embolsar por parte de las familias y empresas y el equipo de gobierno no quiere que el pago se haga “de golpe” teniendo en cuenta “que los ciudadanos no han sido los culpables de lo que ha ocurrido”, explica la portavoz del equipo de gobierno María de las Viñas Ortuño.
Para no perjudicar a los arandinos se está estudiando la manera de efectuar el cobro. También se está buscando la forma de “garantizar la seguridad jurídica”, aseguraba el alcalde de Aranda, Antonio Linaje, teniendo en cuenta que “El cobro puede causar un grave problema para la población, no solamente económico sino incluso de seguridad jurídica, porque las empresas o incluso las personas no pueden hacer frente a un pago conjunto. Ponía el ejemplo de pisos que durante este tiempo habían cambiado de propietario o de inquilino donde los actuales no tienen por qué hacerse cargo de la deuda.
Calendario fiscal para el 2024
El pago de la tasa de agua retrasada se incluye en el calendario fiscal para este año, que comenzará en marzo con el impuesto de vehículos, continuará en julio con el impuesto de bienes inmuebles, y seguirá en septiembre con los impuestos de actividades económicas y el de vados y entradas de carruajes.