Parece que los ladrones han puesto su mirada en los establecimientos hosteleros de Roa para entrar. Lo hacen para llevarse los cajones de las máquinas tragaperras y aún no se ha dado con ellos. Si hace un par de semanas dábamos a conocer uno de los robos, a ese se han sucedido otros tres en días diferentes y en bares distintos. Los dos últimos han tenido lugar esta misma semana.
La preocupación está latente en el Ayuntamiento raudense. Su alcalde David Colinas está dispuesto a llevar medidas disuasorias a través de cámaras de vigilancia. “Llevamos tiempo planteando la posibilidad de poner cámaras seguridad en las entradas de la localidad y en algún sitio estratégico”, anuncia, explicando que sería la Guardia Civil la que visualizase el registro de esas cámaras, no el Consistorio.
También se está a la espera de una línea de subvenciones de manos de la Diputación provincial para sufragar parte de estos gastos. Pero mientras que llega, ya se están tramitando los trámites a la subdelegación de Gobierno para contar con el permiso necesario para la instalación de esas cámaras, porque lo que se quiere es “ponerlas lo antes posible”.
Los ladrones son rápidos, así se ha podido comprobar en alguna cámara de los propios establecimientos. Fuerzan la puerta o rompen la ventana para entrar y salir en pocos minutos con el botín.
Casos similares se están produciendo en la localidad cercana de Peñafiel, donde está habiendo una oleada de robos por el dinero de las tragaperras. El pasado martes cuatro hombres encapuchados entraron en un hostal, así lo recogieron las cámaras. Y ha sido el tercero en lo que va de mes.La forma de actuación es muy similar a los hechos sucedidos en Roa, por lo que no se descarta que se trate de la misma banda de ladrones.