Los vecinos de Fuentelcésped han conocido que una empresa inversora ha adquirido 10 hectáreas de terreno dentro del municipio para la instalación de una planta de biogás. Ha sido a través de unas declaraciones que se han hecho públicas y algunos de ellos muestran su preocupación a esas palabras. Bajo el lema “Por un Fuentelcésped sin contaminación” han iniciado una campaña de firmas para oponerse al proyecto.
Primeramente, piden información por parte del Ayuntamiento ante decisiones como esta que consideran relevantes. “Pedimos que sean presentadas y discutidas con nosotros, como así se ha hecho en otras localidades”, indica uno de los integrantes de este grupo que se está movilizando. Advierten que “ante el mutismo por parte de la corporación municipal”, los vecinos han empezado a movilizarse creando una asociación para defender sus intereses.
La preocupación, señalan, tiene su sentido, porque aseguran que son conocedores de las consecuencias y perjuicios que una planta de biogás puede generar para los vecinos , el municipio y su entorno natural.
Por la información que se conoce, esta planta estaría ubicada a menos de tres kilómetros del casco urbano del pueblo, y a ello se añade que existe una en la zona y otra que se prevé construir en el término municipal de Milagros, cercana a Fuentelcésped.
Destacan que por la localidad cruzan varias carreteras, lo que supondría el perjuicio añadido del tráfico continuo de camiones transportando los residuos que tratan este tipo de instalaciones.
En la información que han elaborado se explica que este tipo de plantas “llegan con la promesa de mucho desarrollo para los pueblos que se ponen, pero la experiencia nos demuestra que a las empresas sólo les interesa el mundo rural para exprimirlo”.
Entre los perjuicios destacan que dependen las plantas de biogás de las granjas de cerdos, ya que los purines son utilizados para obtener el biometano a partir del biogás. Granjas que provocan problemas de olores, insectos y enfermedades, enumeran. Recuerdan que “los materiales que llegan suelen ser muy malolientes” a través de camiones y que “como el problema de la ganadería industrial es la contaminación que producen los purines, esto limita algo a las granjas que se pueden poner, pero si hay una planta de biogás ya no existe ningún problema para instalar más”. El resultado de ello sería “la contaminación de acuíferos y tierras, malos olores, mosquitos y ruidos”.
Los fuentelcespenses aseguran que no están en contra del biogás, sino en contra del modelo de grandes plantas que dependan de la ganadería industrial. “Queremos que se deje a los ciudadanos decidir sobre si la quieren o no en su territorio, que se de toda la información del proyecto a los vecinos y que no se dediquen sólo a convencer a los ediles de los municipios”, terminan diciendo.