Lejos de solucionarse, los problemas en el cementerio municipal de San Pedro Regalado de Aranda de Duero continúan. Y el obstáculo es el mismo, el de la falta de personal. Porque el nuevo equipo de gobierno ha intentado solventar la situación, pero la situación de falta de operarios persiste.
Una falta de trabajadores que no es nada nueva para el Ayuntamiento. Se remonta a hace más de tres años llegando en algún momento a contar sólo con uno. El pasado mes de septiembre el equipo de gobierno echó mano de la bolsa de trabajo para contratar a dos peones durante nueve meses, pero parece que no se ha solucionado nada.
El cementerio de Aranda de Duero cuenta con tres de las cuatro plazas cubiertas con personas que han aprobado la oposición; pero en la realidad actualmente no es así, un trabajador se encuentra en excedencia, otro en una baja de larga duración y el tercero también de baja temporal. ¿Qué ocurre?
Por tanto, el servicio en la actualidad debería contar con los dos trabajadores que se contrataron hace medio año. Pero eso tampoco es así, porque uno de ellos dejó el trabajo a las pocas semanas de empezar viendo un panorama nada bueno y alegando que “pasaba miedo” porque temía que ocurriese cualquier incidencia en las circunstancias en las que se trabajaba.
Por tanto, actualmente sólo se encuentra uno de los trabajadores que se contrataron en septiembre y un peón de la oficina de Obras que suplanta al empleado que cogió la excedencia.
Los trabajadores que hay no pueden librar ni coger vacaciones, se quejan, asegurando que el Ayuntamiento es conocedor de lo que ocurre sin haber dado solución hasta el momento.
Entre tanto, se tiene que seguir echando mano de las funerarias arandinas, pagándoles el servicio de enterramiento porque en las condiciones que están los dos empleados no se pueden realizar con seguridad.
A ello se suma que aún no se han retirado las uralitas que se encuentran allí y que son tóxicas. Como también el estado de algunas calles que hay que arreglar.