A las 11 de la mañana ha arrancado desde Aranda de Duero la tractorada en la que están participando más de medio millar de tractores en una reivindicación que durará hasta las 19 horas de hoy.
Son tractores pertenecientes a agricultores y ganaderos de la Ribera del Duero que se concentraban en el polígono Prado Marina de la capital ribereña para, desde allí, circular a través de la N-122 (Luis Mateos a su paso por Aranda) hacia la localidad de La Vid. Desde allí los tractores se dirigen hasta la localidad de Castrillo de la Vega para hacer todo este recorrido al completo durante toda la jornada.
<blockquote class="twitter-tweet" data-media-max-width="560"><p lang="es" dir="ltr">Los agricultores ribereños participan en la segunda tractorada. A su paso por Aranda de Duero. <a href="https://t.co/VXDTZ3gUSH">pic.twitter.com/VXDTZ3gUSH</a></p>— Diario de la Ribera (@Diario_Ribera) <a href="https://twitter.com/Diario_Ribera/status/1757714327098781781?ref_src=twsrc%5Etfw">February 14, 2024</a></blockquote> <script async src="https://platform.twitter.com/widgets.js" charset="utf-8"></script>
La tractorada está organizada por la Plataforma independiente que surgió con motivo de la manifestación de la pasada semana. También por los sindicatos agrarios Unión de Campesinos (UCCL), Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA), Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) y Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG).
Eloy Miguel Navazo es el representante de la Plataforma. Para este agricultor de Vadocondes “lo de hoy demuestra que estamos unidos y que vamos a seguir así hasta que se sienten”. De esta forma pide que por fin el Ministerio de Agricultura se siente con los agricultores.
Porque hay tres líneas rojas. Una de las principales demandas son las cláusulas espejo para solucionar lo que consideran una competencia desleal con respecto a los productores de otros países. Unas cláusulas que exijan que cualquier producto que se importe a un país lo haga en igualdad de condiciones que los productos propios de ese país.
Otra necesidad es el control de la cadena alimentaria para controlar que a los agricultores se les pague un precio justo por sus productos y que al consumidor no se le cobre un precio abusivo. Por último, las demandas se dirigen a la Política Agraria Común (PAC) contra la burocracia que pretende implantar a través del cuaderno de campo y contra las restricciones en las siembras, ya que consideran que son los propios agricultores los que deben decidir qué sembrar y cuánto. “Lo que quieren hacer lo consideramos un espionaje industrial, sabiendo en todo momento lo que hacemos”, comenta el agricultor.