El vacío

Entre los plenos sin contenido y las reuniones con versiones encontradas

05/03/2024 7:26 | SUSANA GUTIÉRREZ

Los plenos sin contenido o con contenido ajeno al Ayuntamiento, llevan protagonizando titulares desde hace años, especialmente a partir del momento en que las sesiones perdieron potestades a favor de la junta de gobierno y los decretos. Estamos acostumbrados, como en tantas otras cosas, a que ese vacío se utilice de arma arrojadiza cuando se está en la oposición y se quite importancia cuando se gobierna. Es la política. Este pasado jueves, se vivió el segundo pleno consecutivo sin asuntos en el orden del día, algo que, desde luego, es reprobable y de lo que se debe huir al máximo, más en los primeros compases de un mandato municipal. Eso sí, tampoco parece demasiado idóneo que no se hagan preguntas (o ruegos) por parte de los grupos políticos como muestra de queja, porque se convierten en cooperantes necesarios de la nada plenaria. Los dos ruegos o preguntas de cada uno de los ediles conforman también una parte del trabajo (y del contenido) del pleno que permite ese derecho de fiscalización con luz y taquígrafos. De esa fiscalización de la que tanto se quejan que se les niega (y algo de razón tienen) por la ausencia de comisiones informativas. Una actitud, además, que debilita la justificación de esa necesidad de aumentar el turno a cinco preguntas por concejal, cuando pleno tras pleno, muchos de ellos no utilizan ni tan siquiera las dos que tienen ahora.

En la sesión del jueves, se volvió a escenificar la tensión y desconfianza que existe entre el gobierno municipal y el que está llamado a ser su socio natural para llegar a acuerdos en los temas que se necesite mayoría. Hablo del Partido Socialista. No se entiende muy bien que se adjudicara públicamente ese papel a Vox de forma, cuando el número de reuniones delata la situación real. Dos encuentros con los verdes, frente a cinco con los socialistas. Da la sensación de que se saben (ambos) avocados a entenderse, pero cada vez que lo intentan la cosa sale rana. Queda patente que ninguno de los dos maneja bien el don de la conquista. Dedicar palabras a los socialistas calificando su política como “rastrera” o las propuestas como “ridículas”, parece una mal táctica de cortejo. Tampoco es muy de dejarse querer el imponer algunas líneas rojas estilo órdago o el mantener una relación paralela que se asemeja a la ‘pinza’. Las cinco reuniones de las que se hablan se traducen en dos relatos totalmente diferentes, dependiendo qué parte la cuente. Los unos dicen que retirando las liberaciones vale para aprobar los presupuestos, los otros que les piden asuntos a mayores como RPT o el retén de bomberos. Casi mejor, que lleven un mediador o, mejor, un notario, porque cuesta saber dónde está la verdad. No la absoluta, que no existe, sino la más cercana a la realidad. Una relación complicada y turbulenta de la que, seguro, algún otro podrá sacar rédito de futuro. De momento, a las doce de la noche ha terminado el turno de presentación de enmiendas y todo apunta a que más de una será coincidente, similar, o en línea parecida por parte de los tres partidos de la oposición. Comenzando por el tema de las liberaciones.

No quiero terminar estas líneas sin aludir a la lucha del tren y a esas decenas de arandinos que se viajaron hasta Robregordo para poner voz a una reivindicación, a pesar de los años de portazos y negativas por parte de las administraciones, y de las condiciones climatológicas que tampoco ayudaron demasiado. Desembarco del PP, ausencia del Psoe (esas cosas siempre dependen del color del Gobierno) y también se echó en falta aquel espíritu empresarial y cívico que tanto se hizo ver y oír el pasado mes de junio en la multitudinaria reivindicación en la plaza Mayor.