Las obras de los Jardines se retrasarán hasta noviembre

Se solicita un segundo modificado con una ampliación de 5 meses del plazo

03/04/2024 12:45 | Begoña Cisneros

A pesar de que el alcalde de Aranda de Duero aseguraba que los plazos en los Jardines de Don Diego se estaban cumpliendo a pesar del primer modificado que fue necesario realizar en la adjudicación, la inclusión de un segundo modificado hará necesario retrasar la finalización de los trabajos. Cuando se iniciaron, el 3 de julio de 2023, comenzaba a contar el reloj de los 10 meses de plazo, o sea, hasta primeros de mayo. Ahora, no se prevé que finalicen hasta primeros de noviembre.

Porque se ha solicitado, explica la concejala de urbanismo Ana María Hervás, un segundo modificado debido a la gran cantidad de inconveniencias que han surgido. Para una obra de 2,4 millones de euros, el primer modificado supuso un incremento de 60.700 euros. El segundo no podrá superar los 179.300 €, alcanzando así el 10% máximo que se permite.

Hervás entiende lo que esto supondrá a los vecinos de Aranda de Duero, que sufren no sólo las inconveniencias de los Jardines, sino también las del arreglo del puente Bigar, que viene sumado a una instalación de la red de calor. “Hemos tenido la mala suerte de que han confluido las tres en el mismo punto crítico, que es el centro. Tres proyectos heredados que están afectando y mucho a la vida de los de los ciudadanos de Aranda y nos están condicionando a todos”, se lamenta la responsable de Urbanismo.

El objetivo del equipo de gobierno, apunta, pasa porque el modificado no implique la suspensión de las obras.

 

¿Y cuáles son las razones de esos cambios necesarios?

Los motivos de estos modificados pueden ser resumidos en dos razones: “Hay errores en un proyecto que no fue redactado de forma óptima y pecaron de optimistas los que pensaron que una obra de este calado se podía hacer en 10 meses”, argumenta la edil de Sentir Aranda.

Porque han sido muchos los palos de rueda que hay que quitar en esta gran obra. Se ha tenido que hacer, por orden de Patrimonio, una identificación pormenorizada del estado de la situación de las bodegas de la zona con escaneo láser y una tomografía de la red de las bodegas existentes, catalogadas de Bien de Interés Cultural.

El primer modificado obligó a hacer un recálculo en la red de abastecimiento y saneamiento, pero también por una red de calor que se está instalando, en contra de lo que decía el primer proyecto donde se señalaba, apunta Hervás, que esta red ya estaba establecida.

Hay errores en el proyecto sobre los perfiles longitudinales, falta de datos. Se redefinió la ordenación del entorno de la plaza, se variaron las áreas verdes, se eliminó uno de los dos carriles de entrada a Santa Catalina y se eliminó una batería de contenedores en una zona muy visible que interfería al entorno.

Se ha recalculado la red de alumbrado con un nuevo diseño con luminarias más eficiente. Se ha tenido que intervenir a mayores en la fuente con un cambio de drenajes y cumpliendo los protocolos de Patrimonio. A ello se añade que se han encontrado servicios, como puede ser de telecomunicaciones, de agua o luz, de los que no se tenía constancia por dónde pasaban.

Tampoco ayudan las “indefiniciones y errores que nos hemos encontrado en el proyecto”, prosigue Hervás, que obligan a un recálculo. Falta de mediciones en los planos, no coincidencia de lo que se necesita en el presupuesto, mala definición en la unidad de fresado, ausencia de partidas necesarias… son algunas de las causas que enumera la edil de Urbanismo.

Y todo ello con un hándicap importante, prosigue: “ha habido que acondicionar el plan de obra para seguir manteniendo el tráfico de vehículos y la movilidad de peatones”.