Hace pocos días que el servicio de extinción de incendios de Aranda de Duero cuenta con un nuevo jefe de bomberos. Julián Rasero es ahora el responsable de esta área municipal y hemos querido charlar con él para saber cómo llega a su puesto de trabajo y cómo afronta el futuro.
- Eres extremeño, pero afincado en Aranda desde hace unos cuantos años…
- Llegué en 2003 porque me ficharon en el club de balonmano. Y me eché la novia aquí. He estado jugando después en otros equipos, pero regresé de nuevo para poder ir a Valladolid para terminar la carrera de arquitectura, y volví a jugar al Villa de Aranda, desde entonces no me he movido de aquí.
- Esto de ser bombero no es nuevo para ti, ¿verdad?
- No, conseguí una plaza en la Diputación de Palencia donde he trabajado dos años. Eso me hizo dejar mi estudio de arquitectura.
- ¿Así que será una continuidad?
- Para nada, el trabajo en la provincia de Palencia funciona de una forma muy diferente porque casi todo se hace con bomberos voluntarios. Se han buscado la artimaña de tener sólo cinco bomberos profesionales y lo que hacíamos era coordinar. Yo estaba en Aguilar de Campoo y, por ejemplo, si había una actuación en Baltanás, que está a 160 kilómetros, cuando yo llegaba era básicamente para dar fe de que el incendio había ocurrido. Allí hacía una labor de supervisión, mientras que aquí aterrizo como jefe de un parque de bomberos profesional. En la parte operativa sí que hay cierta similitud, pero en la parte burocrática nada tiene que ver.
- ¿Cómo afrontas esta nueva responsabilidad?
- Con muchísimas ganas. El proceso ha sido complicado llevaba unos meses deseando empezar cuanto antes. La responsabilidad que tengo es para lo que me llevo preparando mucho tiempo, es un reto y la verdad es que la afronto con muchas ganas.
- ¿Cuáles son las funciones del jefe de bomberos de Aranda?
- Por un lado está la parte de coordinación del área operativa. Hay que estar preparado de antemano para cuando hay un aviso y es importante la coordinación. Eso es responsabilidad mía. También soy el que dirige las intervenciones de calado, porque para las otras tenemos que establecer un protocolo. Y yo soy el encargado de modificar esos protocolos en base al personal que haya y a los materiales.
Después se encuentra la parte de prevención. Por ejemplo, si hay un incendio en una fábrica o en un colegio, es conveniente disponer de toda la información posible y conocer el escenario al que nos podemos enfrentar, porque si llegamos a un edificio que no conocemos es mucho más complicado; mientras que si ya sabemos dónde están las máquinas más peligrosas, por dónde podemos circular y por dónde no, todo será más sencillo.
Por último, está el tema de la parte burocrática, el más complicado para mí ahora porque es todo nuevo. El Ayuntamiento tiene un montón de expedientes relacionados con Bomberos y es necesario informar.
- Hablando de informes. Te tocará enfrentarte al de la plaza de toros. ¿Ya has empezado a trabajar en ello?
- Sí. Ese es un caballo de batalla que me corresponde porque en la parte de prevención hay que dar el visto bueno a las licencias de los edificios que se construyen en el municipio y este es uno de ellos. Tenemos que informar si la plaza de bomberos cumple o no cumple en seguridad. Ya he empezado a trabajar porque estoy recabando el expediente y estudiándolo, pero no es pequeño.
- ¿Hay alguna iniciativa que quieras poner en marcha en el parque de bomberos?
- Quiero dar un empujón al tema de la prevención. La segunda quincena de abril retomamos las visitas de los colegios al parque. Serán los martes y ya tenemos programadas las primeras, pero invitamos aquellos centros que quieran venir a que nos lo soliciten, de Aranda o de la comarca.
Somos conscientes de la importancia de estas acciones porque los niños se empapan muchísimo de lo que se les dice, y con cuatro nociones que les damos aquí conseguimos mucho en prevención a nivel doméstico. También queremos recuperar visitas a las fábricas para realizar simulacros.
- ¿Con qué carencias te has encontrado al llegar?
- Con la del personal, porque a nivel material y de instalaciones el parque está bastante bien. Tenemos buen material, pero hacen falta bomberos que lo utilicen. Por la seguridad de los ciudadanos y también de los propios bomberos, porque si entro en un incendio solo no es lo mismo que si voy acompañado de tres personas que me pueden sacar de ahí en un momento dado.
- ¿Cuántas plazas hay ahora mismo de bomberos en Aranda y cuántas están ocupadas?
- Son 30 las plazas de bomberos y cabos que hay en la Relación de Puestos de Trabajo (RPT) vigente y están ocupadas 26. Después estamos un jefe, que soy yo, y un sargento, que se jubila dentro de un mes.
- ¿Y cuántas crees que harían falta?
- La nueva RPT en la que se está trabajando plantea 35 bomberos, cinco plazas más que ahora, pero yo creo que para un buen funcionamiento harían falta 40, más el sargento, el jefe y los administrativos. También estaría bien incluir un departamento de prevención con algún suboficial. Hay que incidir en la prevención.
- Y entre las cosas buenas, ¿qué has encontrado?
- Las ganas que tienen los bomberos de sacar los servicios adelante. Llevan unos años complicados con la anterior corporación y con el anterior responsable, y ahora mismo su involucración es máxima para que el servicio funcione.
- ¿Con ese número de bomberos se conseguiría contar con un segundo retén sin necesidad de tener que pagar horas extras?
- Sí, se minimizarían muchísimo las horas extras. Pero a día de hoy y mientras que no se incremente la plantilla, esa carencia hay que solucionarla en aras de la seguridad. Estamos realizando salidas fuera de nuestro municipio. No puede ser que estemos a 30 kilómetros y que haya una necesidad en Aranda y no podamos acudir, por ejemplo. Pero mientras no se solucione el tema de la RPT el retén es la única manera viable, es necesario sí o sí.
- Luego está el problema de los incendios forestales y de la no llegada de la comprometida autobomba a Aranda…
- Los incendios forestales dependen de la Junta, no es algo municipal a pesar de que acudimos como no puede ser de otra forma. En estos momentos la zona de Aranda depende de Huerta del Rey. Desde allí a Aranda se tardan 45 minutos, pero ahora se da la circunstancia de que de los tres turnos (mañana, tarde y noche) sólo está funcionando uno con un solo manguerista, sin conductor siquiera, por lo que le sería imposible llegar. Y es algo que no es nuevo.
- ¿Será viable que la Junta de Castilla y León asuma los parques de bomberos profesionales de la comunidad?
- Es algo difícil de explicar, pero lo veo prácticamente imposible. El problema empieza porque no hay una normativa marco que lo regule. Se lleva trabajando muchos años en ello, pero no se ha conseguido. Esto parece el ejército de Pancho Villa, cada uno adquiere cosas por su cuenta en vez de centralizar las compras, en cada sitio vamos vestidos de una manera, cubrimos una misma zona dos organismos diferentes…
Creo que llegar a un acuerdo con cada comunidad de un color político distinto es muy difícil. Porque cada uno quiere su pellizquito. Y te pongo el ejemplo, como no se ha llegado a un acuerdo entre la Diputación de Valladolid y el Ayuntamiento de Valladolid la Diputación ha montado un parque de bomberos en Arroyo de la Encomienda y se puede dar el caso de que tenga que ir a un incendio a un zona para lo que necesita pasar por Valladolid, que tiene su propio parque, eso es absurdo. Lo mismo ocurre en Salamanca. Si no nos ponemos de acuerdo en una misma provincia, imagina en una comunidad autónoma entera. Yo creo que la forma más resolutiva en nuestra provincia sería crear un consorcio donde estuviesen integrados los tres parques profesionales de Aranda, Burgos y Miranda, junto con la Diputación de Burgos. Se conseguiría poder economizar medios y no duplicarlos.
- Finalizamos con un tema más personal. Eres el capitán del club de balonmano soriano. ¿Seguirás compaginando tu faceta deportiva?
- Llevo tiempo sin ir porque esto me está quitando las 24 horas del día. Es cierto que sólo voy un par de días a la semana, pero con la carga de trabajo que tengo ahora mismo estoy empezando a pensármelo. Reconozco que lo del balonmano me viene bien sobre todo para despejar la cabeza. Me gustaría seguir compaginándolo, pero tendré que irlo viendo y decidir.