La política de lo absurdo

Las elecciones europeas han irrumpido en la vida municipal con tintes de surrealismo

24/04/2024 6:00 | SUSANA GUTIÉRREZ

Si hiciéramos a fecha de hoy una encuesta entre los ribereños preguntando cuándo se celebran las Elecciones Europeas 2024, seguro que tomábamos constancia de que esa cita con las urnas, de momento (y puede que de futuro), no forma parte de sus mayores preocupaciones en cuanto a la actualidad política se refiere. Importan poco o nada. Algo que se agudiza por el interés mediático que suscitan otros comicios como los recientes en el País Vasco o los inminentes en Cataluña. Vayamos al grano. En medio de ese desapego con las Europeas, ha irrumpido un hecho con tintes de alto surrealismo. Ya le hubiera gustado a Berlanga para uno de sus guiones, una vez más Aranda es pura inspiración.

Pues bien, la Junta Electoral de Zona decidía suspender un acto programado para el pasado lunes en el que se iba a hacer un homenaje al centenario de la Policía Local y la presentación del sistema de videovigilancia de tráfico que lleva funcionando alrededor de un mes. El lugar elegido era la Comisaría que lleva funcionando ocho meses. El Partido Popular decidió denunciar esa celebración, a pesar de que iba a estar presidida por una “de las suyas”, la directora General de Protección Civil de la Junta de Castilla y León, que había confirmado su presencia en un acto que se había pospuesto en más de una ocasión para encuadrarlo en la agenda de esta representante de la Administración Regional, con carnet del PP. Al acto iban a asistir también otras autoridades como el subdelegado del Gobierno, Pedro de la Fuente, en este caso del Partido Socialista. No sé desde qué particular prisma debieron ver los populares un afán electoralista por parte de los convocantes (más cuando había representación de todos los colores). Una agrupación localista que no se presenta a las elecciones europeas. Además, en un acto donde se está presentado un nuevo sistema de vidiovigilancia que desencadenará en multas de tráfico a conductores. Que nos toquen el bolsillo a los ciudadanos con este tipo de sanciones siempre ha sido una fórmula ideal para captar votos (léase con toda la ironía del mundo).

Es justo decir, que en el equipo de Gobierno hilaron poco fino al incluir en la convocatoria al acto la palabra prohibida: “inauguración”. De novatos en electoralismo. Es de sobra sabido que nunca hay que incluir ese vocablo, menos aún si ni tan siquiera el acto se correspondía con ello. Falla la comunicación y se ve la ausencia también de 'picardía' política que otros sí tuvieron anteriormente. No nos tenemos que retrotraer mucho en el tiempo, lo hemos visto en recientes gobiernos municipales, que solapaban todos tipo de inauguraciones, visitas de autobombo o reinaguraciones, en la jornadas previas a su prohibición por parte de la Junta Electoral. Hemos llegado a visitar las obras de esa comisaría de Policía Local en dos precampañas, en 2019 y 2023, por el desastre de las obras consecuencia en parte de esos fines electoralistas. También hemos vivido como, una vez prohibidos esos actos, no había convocatorias oficiales, pero algunas recomendaciones a la prensa sobre visitas o paseos por algún punto a ver si los periodistas nos dejábamos caer y se sacaba algo de rendimiento a un acto propagandístico encubierto. Eso es más viejo que el hilo negro.

Me sorprende (o quizás ya no, porque se va convirtiendo en costumbre) que un grupo político con tantas cosas que fiscalizar, tantas ideas que aportar y tantos quehaceres para mejorar un municipio, se dedique a cosas tan nímias como las de boicotear ese acto. Con el agravante de esperar a útlima hora para que el tema tenga más calado, mientras de cara a la galería se contaba con todos los parabienes. Da la sensación de que para una vez que se ocurre una idea, esa no es buena ( mejor dicho, no es para bien). Es una de las grandes penas de la política y de la vida municipal (no sólo de ahora). Mejor poner zancadillas para intentar sacar un rendimiento y un buen titular. Pretensiones que muchas veces no se cumplen, o se vuelven en contra, por aquello del efecto boomerang. Eso sí, quizás han hecho algo bueno por la promoción popular de las Elecciones Europeas, que ahora son más conocidas en Aranda, después de este episodio del absurdo. Habrá sido cosa de su 'espíritu' europeista, del arandinista parece que poco.