Como si de una película de policías se tratase, pero es un caso real que ha logrado que una traficante de drogas tenga que pasar seis años en prisión. De la misma manera su pareja tendrá que pasar tres por ser cómplice.
La condenada no vivía en la capital ribereña, pero eligió un restaurante de Fuentespina cercano a la autovía para citarse con un policía encubierto. Ella, de procedencia búlgara, “picó el anzuelo” que le tendió el agente pensando que este le iba a ayudar a traer a España la mercancía. ¿En qué consistía? Nada más y nada menos que en droga sintética, la clofedrona (3CMC).
Todo empezó en 2022 cuando brigada central de estupefacientes recibió el aviso de que una persona oriunda de Bulgaria pretendía introducir en España, procedente de Holanda, drogas sintéticas que estaban retenidas en la aduana de Ámsterdam. Se dio con ella y resultó que era una mujer que regentaba un club de alterne. Se lanzó la caña y picó, porque un policía consiguió citarse con ella en la localidad ribereña e instalar en su coche un dispositivo de geocalización.
A partir de ahí se siguió su rastro. Se liberó la mercancía (37 bidones de 3CMC ) y se controló.
Al mes siguiente otro agente encubierto simuló que iba a conseguir la autorización del transporte. Se citó con ella de nuevo en el mismo establecimiento de Fuentespina, pero esta vez la mujer llegó acompañada de su pareja. Los dos entraron por separado al bar y la pareja estuvo realizando fotografías al vehículo del agente y él mismo, algo que pudieron comprobar otros dos agentes que se encontraban camuflados.
Allí la acusada habló de otro paquete que le hacía falta con urgencia y que había que recoger en Holanda. El agente llegó a viajar a la dirección que le dio la acusada y recibir una caja que entregó a la acusada en Alcobendas, que llegó de nuevo con su pareja. Pero en esta ocasión los dos fueron detenidos, la caja se pudo abrir y comprobar que contenía droga por valor de cerca de 900.000 euros. Se registró su domicilio donde se encontraron 58.280 euros en efectivo y el club, donde no se encontró nada. La policía holandesa, por su parte, encontró en Ámsterdam 16 bidones de la misma droga.
Ahora es cuando se ha celebrado el juicio, en el que la Audiencia provincial condena a seis años de prisión a la mujer por un delito contra la salud pública y a 3 años a su pareja por complicidad. Además, ella deberá pagar una multa de 850.000 euros y él de 400.000 euros; y entre los dos tendrán que pagar a partes iguales el pago de las costas procesales.