Y más de veinte años después se culminó otra hazaña que pasará a los anales del deporte arandino. Ya tiene el Villa de Aranda otro momento apoteósico para seguir alimentando la leyenda de club con un ADN especial y único. Y donde la afición, que hoy estuvo sublime e insuperable en el Plantío con más de 1.200 ribereños presentes en las gradas, también aporta su mayúsculo apoyo. Juntos, plantilla, público, y junta directiva, disfrutaron de lo lindo en una mañana mágica donde se lloró y mucho de alegría. Tras un partido de muchísimo recorrido y fases, donde se empezó muy mal, y con muy pocos recursos ofensivos. En el minuto diez el resultado era de 4-2, con un UBU San Pablo intentando meter la directa ante la inoperancia en ataque del cuadro riberreño. Nervios, falta de acierto en las combinaciones, y muchas faltas en ataque provocaron que Javi Márquez tuviese que solicitar tiempo muerto para buscar soluciones a un arranque tremendamente espeso. Pero siguió sin encontrarse soluciones claras y hubo que encomendarse a la defensa y Pau Guitart para sostenerse en el electrónico ante un Burgos que precisamente estaba muy firme en la parcela de contención.
No obstante la mejoría tenía que llegar y llegó con el gol de Arnau Fernández para ponerse 9-7 a falta de unos minutos para el descanso. Pero otro arreón local colocó al UBU por delante 11-7 al descanso. La diferencia se fue hasta los cinco goles como tope (13-8) y ahí parecía todo perdido. La adversidad de no poder contar con Enebral para una rotación más por la lesión de rodilla, y el posible cansancio acumulado de la jornada anterior, parecían pesar mucho, pero ese terreno el perfecto para que apareciese la épica y a base de corazón y los lanzamientos de Ivanov y Berbel, el Tubos Aranda volvió a meterse en partido. Del 16 a 13 se pasó al empate a 18 con un Burgos también muy cansado y presa de los nervios, que no acertó a batir la portería de un inconmesurable Pau Guitart. Megías tuvo el gol de la victoria a falta de cinco segundos para la concusión pero su disparo escorado se marchó fuera y ambos equipos se marchaban a la prórroga.
Dos tiempos de cinco minutos donde el Tubos Aranda fue infinitamente superior a su rival. Lo dejó KO con su defensa y lo remató con su confianza en ataque, dándole la vuelta a la tortilla para firmar un ascenso memorable, el tercero a ASOBAL, el primero en la pista. Y como sabe hacerlo con la afición saltando a la pista y abrazándose a los jugadores. Luego llegó la entrega de medallas y el trofeo de campeón recogido en la pista y alzado al cielo por Megías, el capitán.
Y a partir de ahora llega el tiempo de los festejos en la ciudad y con la afición. Los Jardines están en obras pero será en el Parque de La Isla hoy domingo a las 19.00 horas cuando se haga un homenaje por parte del Ayuntamiento a la plantilla del milagro, comandada por el arquitecto Javier Márquez, y su afición. Todos estáis invitados para celebrarlo por todo lo alto.