Se exigirá a Toros Ricor que haya feria taurina 2024
El alcalde anuncia una reunión para resolver de una vez por todas el asunto de la plaza de toros de Aranda
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El Ayuntamiento de Aranda de Duero exigirá a la empresa adjudicataria de la plaza de toros la celebración de una feria taurina durante las fiestas patronales. Explica el alcalde arandino que “es obligación de acuerdo con el contrato” y, por tanto, “así se lo comunicaremos” a Toros Ricor, afirma Antonio Linaje.
Una feria que nuevamente no podrá celebrarse en la nueva plaza que se levantó en el mismo lugar donde se encontraba “La Chata” desde 1948 hasta 2003. En 2004 se inauguró a pesar de que al día de hoy no cuenta con licencia de apertura. Sí que la llegó a tener cuando en 2014 cuatro concejales incluyendo la anterior alcaldesa la aprobaron en Junta de gobierno, pero los varapalos judiciales han sido muchos hasta que en mayo de 2023 el TSJCyL obligaba al Ayuntamiento a ejecutar la sentencia que anuló las licencias de ocupación y de apertura acusándole de obstruir esa ejecución.
Y es que en agosto de 2022 otra Junta de gobierno retrotrajo las actuaciones al momento en el que quedaba por realizar la visita final de las obras. La situación se alargó hasta que hace dos meses el contencioso dio un plazo de quince días para entregar los informes relativos a la seguridad de la plaza. El trabajo se hizo y el nuevo jefe de bomberos emitió un documento a todas luces negativo. Dice que la seguridad del edificio está comprometida desde el principio, que no se ha probado la estabilidad al fuego de la estructura metálica, que no se sustenta el aforo de 5.000 personas en el graderío y de puertas de salida inseguras.
Por tanto, toros en la plaza no este año. Pero, ¿qué ocurrirá en el futuro? Porque adecuarse a los mínimos de seguridad requerirá inversiones. Y por ellos está pendiente, anuncia Antonio Linaje, una reunión con la adjudicataria para abordar la situación real y buscar una salida para que lo arandinos puedan echar el cierre a un asunto que les mantiene en vilo desde hace ya dos décadas. “Está pendiente una reunión con todas las partes par ver cómo desenquistar el problema”, termina diciendo el político arandino.
El Ayuntamiento de Aranda de Duero exigirá a la empresa adjudicataria de la plaza de toros la celebración de una feria taurina durante las fiestas patronales. Explica el alcalde arandino que “es obligación de acuerdo con el contrato” y, por tanto, “así se lo comunicaremos” a Toros Ricor, afirma Antonio Linaje.
Una feria que nuevamente no podrá celebrarse en la nueva plaza que se levantó en el mismo lugar donde se encontraba “La Chata” desde 1948 hasta 2003. En 2004 se inauguró a pesar de que al día de hoy no cuenta con licencia de apertura. Sí que la llegó a tener cuando en 2014 cuatro concejales incluyendo la anterior alcaldesa la aprobaron en Junta de gobierno, pero los varapalos judiciales han sido muchos hasta que en mayo de 2023 el TSJCyL obligaba al Ayuntamiento a ejecutar la sentencia que anuló las licencias de ocupación y de apertura acusándole de obstruir esa ejecución.
Y es que en agosto de 2022 otra Junta de gobierno retrotrajo las actuaciones al momento en el que quedaba por realizar la visita final de las obras. La situación se alargó hasta que hace dos meses el contencioso dio un plazo de quince días para entregar los informes relativos a la seguridad de la plaza. El trabajo se hizo y el nuevo jefe de bomberos emitió un documento a todas luces negativo. Dice que la seguridad del edificio está comprometida desde el principio, que no se ha probado la estabilidad al fuego de la estructura metálica, que no se sustenta el aforo de 5.000 personas en el graderío y de puertas de salida inseguras.
Por tanto, toros en la plaza no este año. Pero, ¿qué ocurrirá en el futuro? Porque adecuarse a los mínimos de seguridad requerirá inversiones. Y por ellos está pendiente, anuncia Antonio Linaje, una reunión con la adjudicataria para abordar la situación real y buscar una salida para que lo arandinos puedan echar el cierre a un asunto que les mantiene en vilo desde hace ya dos décadas. “Está pendiente una reunión con todas las partes par ver cómo desenquistar el problema”, termina diciendo el político arandino.