¿Está Aranda de Duero preparada para tanta afluencia de vehículo?
Aumenta la dificultad de encontrar aparcamiento y algunos "sonorámicos" no se muestran solidarios
La celebración del Sonorama lleva consigo una serie de dificultades añadidas que, más pronto que tarde, el Ayuntamiento y los organizadores del festival deberían afrontar. Porque lo que está claro es que la llegada masiva de personas a la ciudad lleva implícito incomodidades a los que viven o trabajan en ella.
Hoy nos queremos centrar en los aparcamientos, porque todos los años llegan a la policía local y al Consistorio quejas provocadas por la falta de plazas durante estos días. Los usuarios que las utilizan día a día durante todo el año pasan un auténtico calvario para poder aparcar.
Y la afluencia de autocaravanas y furgonetas, en los que los visitantes pernoctan, empeora la situación. Son vehículos grandes, pero se añade el hecho de que muchos de sus propietarios no “se cortan” a la hora de ocupar dos, tres y hasta cuatro plazas de aparcamiento para poder sacar sus mesas, sillas y toldos con el fin de estar cómodos durante estos días.
El enfado es grande y son varias las protestas que han llegado a nuestra redacción sobre este tema. Algunas personas aseguran que han acudido a la Policía local para manifestar su enfado, pero el resultado no mejora. “Hemos llegado a unos extremos que hay gente que tiene que pedir vacaciones para no venir a trabajar a Aranda, porque es imposible aparcar”, comenta una trabajadora del hospital.
El ejemplo lo tienen muy cerca, el espacio de aparcamiento público de la Quinta Julia lo ocupan ahora varias decenas de autocaravanas que, no sólo ocupan más de las 11 plazas habilitadas para este tipo de vehículos, sino que invaden más espacio del que sería necesario para dejarlo simplemente aparcado.
La solución es complicada, pero los afectados coinciden señalando que es necesario que, al igual que ocurre con el camping, se habilite un espacio para que las autocaravanas no colapsen la ciudad. “Es hora de tomar una decisión y hacer algo, no podemos seguir así”, comenta un afectado.
Entretanto, el servicio de aguas grises de la zona de autocaravanas de Aranda de la Quinta Julia sigue sin funcionar. Hace años, cuando se estaban realizando las obras de la nueva comisaría local, un camión dio al traste con la columna de vaciado. El equipo de gobierno anterior no hizo nada para solventar lo ocurrido. El equipo de gobierno actual nada más llegar al Ayuntamiento instaló un grifo para que al menos los usuarios contasen con agua, pero anunció el pasado mes de febrero que los trámites con el seguro se habían solucionado y que se iba a renovar el depósito de vaciado, pero han pasado siete meses y de momento no hay ningún cambio.
La celebración del Sonorama lleva consigo una serie de dificultades añadidas que, más pronto que tarde, el Ayuntamiento y los organizadores del festival deberían afrontar. Porque lo que está claro es que la llegada masiva de personas a la ciudad lleva implícito incomodidades a los que viven o trabajan en ella.
Hoy nos queremos centrar en los aparcamientos, porque todos los años llegan a la policía local y al Consistorio quejas provocadas por la falta de plazas durante estos días. Los usuarios que las utilizan día a día durante todo el año pasan un auténtico calvario para poder aparcar.
Y la afluencia de autocaravanas y furgonetas, en los que los visitantes pernoctan, empeora la situación. Son vehículos grandes, pero se añade el hecho de que muchos de sus propietarios no “se cortan” a la hora de ocupar dos, tres y hasta cuatro plazas de aparcamiento para poder sacar sus mesas, sillas y toldos con el fin de estar cómodos durante estos días.
El enfado es grande y son varias las protestas que han llegado a nuestra redacción sobre este tema. Algunas personas aseguran que han acudido a la Policía local para manifestar su enfado, pero el resultado no mejora. “Hemos llegado a unos extremos que hay gente que tiene que pedir vacaciones para no venir a trabajar a Aranda, porque es imposible aparcar”, comenta una trabajadora del hospital.
El ejemplo lo tienen muy cerca, el espacio de aparcamiento público de la Quinta Julia lo ocupan ahora varias decenas de autocaravanas que, no sólo ocupan más de las 11 plazas habilitadas para este tipo de vehículos, sino que invaden más espacio del que sería necesario para dejarlo simplemente aparcado.
La solución es complicada, pero los afectados coinciden señalando que es necesario que, al igual que ocurre con el camping, se habilite un espacio para que las autocaravanas no colapsen la ciudad. “Es hora de tomar una decisión y hacer algo, no podemos seguir así”, comenta un afectado.
Entretanto, el servicio de aguas grises de la zona de autocaravanas de Aranda de la Quinta Julia sigue sin funcionar. Hace años, cuando se estaban realizando las obras de la nueva comisaría local, un camión dio al traste con la columna de vaciado. El equipo de gobierno anterior no hizo nada para solventar lo ocurrido. El equipo de gobierno actual nada más llegar al Ayuntamiento instaló un grifo para que al menos los usuarios contasen con agua, pero anunció el pasado mes de febrero que los trámites con el seguro se habían solucionado y que se iba a renovar el depósito de vaciado, pero han pasado siete meses y de momento no hay ningún cambio.