Denuncian vandalismo, insultos y amenazas a los que se oponen a la planta de biogás en Fuentelcésped
De momento se han contabilizado 17 neumáticos pinchados
Neumáticos pinchados, insultos, amenazas… Estas son algunas de las conductas incívicas que están sufriendo algunos de los integrantes de la Junta directiva de la Asociación Amigos de Fuentelcésped. Un colectivo que lidera la oposición a la instalación de una planta de biometano en la localidad y que a través de un manifiesto quiere defender la libertad frente a las amenazas y el vandalismo.
Aseguran que desde la reactivación de la asociación “hemos trabajado incansablemente para informar y concienciar a nuestros vecinos sobre los riesgos que esta planta representa para nuestro entorno y nuestra salud”. Se han presentado alegaciones y quejas respaldadas por la gran mayoría de los vecinos.
La respuesta del Ayuntamiento “en sintonía con la voz del pueblo, ha tomado una postura firme al informar de forma negativa el cambio de uso de suelo necesario para la instalación, mostrando así su compromiso con el bienestar de la comunidad”, indican desde el colectivo vecinal, recordando que también la corporación municipal ha presentado alegaciones en contra del proyecto al expediente medioambiental.
“Sin embargo, lo que debería ser una lucha por la defensa del bien común ha tomado un giro preocupante”, advierten. Opinan que la resistencia a la planta “ha desencadenado actos vandálicos contra instalaciones del pueblo y, más alarmante aún, amenazas directas a los miembros de nuestra asociación”. Esto está generando, aseguran, “un ambiente de miedo e inseguridad, afectando no sólo a quienes están en primera línea de esta lucha, sino también a la comunidad en su conjunto”.
Actos que se traducen en daños en instalaciones municipales, pero también, explican, en “violencia y amenazas dirigidas a la integridad física y la dignidad de nuestros asociados”, algo que consideran inaceptable. “Este tipo de conductas no sólo atenta contra la libertad de expresión, sino que buscan sembrar la discordia y el temor entre los vecinos, debilitando el tejido social que tanto valoramos”, aluden.
Aseguran que tomarán “todas las medidas legales necesarias para proteger a nuestros miembros y asegurar la seguridad de nuestra comunidad”, rechazando “de manera contundente cualquier forma de violencia que busque silenciar nuestras voces y dividirnos” y abogando por “un diálogo pacífico y respetuoso, priorizando el bienestar colectivo por encima de cualquier interés personal”.
Imagen: @MarianoCalleja
Neumáticos pinchados, insultos, amenazas… Estas son algunas de las conductas incívicas que están sufriendo algunos de los integrantes de la Junta directiva de la Asociación Amigos de Fuentelcésped. Un colectivo que lidera la oposición a la instalación de una planta de biometano en la localidad y que a través de un manifiesto quiere defender la libertad frente a las amenazas y el vandalismo.
Aseguran que desde la reactivación de la asociación “hemos trabajado incansablemente para informar y concienciar a nuestros vecinos sobre los riesgos que esta planta representa para nuestro entorno y nuestra salud”. Se han presentado alegaciones y quejas respaldadas por la gran mayoría de los vecinos.
La respuesta del Ayuntamiento “en sintonía con la voz del pueblo, ha tomado una postura firme al informar de forma negativa el cambio de uso de suelo necesario para la instalación, mostrando así su compromiso con el bienestar de la comunidad”, indican desde el colectivo vecinal, recordando que también la corporación municipal ha presentado alegaciones en contra del proyecto al expediente medioambiental.
“Sin embargo, lo que debería ser una lucha por la defensa del bien común ha tomado un giro preocupante”, advierten. Opinan que la resistencia a la planta “ha desencadenado actos vandálicos contra instalaciones del pueblo y, más alarmante aún, amenazas directas a los miembros de nuestra asociación”. Esto está generando, aseguran, “un ambiente de miedo e inseguridad, afectando no sólo a quienes están en primera línea de esta lucha, sino también a la comunidad en su conjunto”.
Actos que se traducen en daños en instalaciones municipales, pero también, explican, en “violencia y amenazas dirigidas a la integridad física y la dignidad de nuestros asociados”, algo que consideran inaceptable. “Este tipo de conductas no sólo atenta contra la libertad de expresión, sino que buscan sembrar la discordia y el temor entre los vecinos, debilitando el tejido social que tanto valoramos”, aluden.
Aseguran que tomarán “todas las medidas legales necesarias para proteger a nuestros miembros y asegurar la seguridad de nuestra comunidad”, rechazando “de manera contundente cualquier forma de violencia que busque silenciar nuestras voces y dividirnos” y abogando por “un diálogo pacífico y respetuoso, priorizando el bienestar colectivo por encima de cualquier interés personal”.
Imagen: @MarianoCalleja