Propuestas para lograr un vino más competitivo

Los problemas del sector llegan a Europa

14/09/2024 7:56 | Begoña Cisneros

El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Ribera del Duero, a través de la European Federation of Origin Wines (EFOW) ha presentado sus propuestas para un sector vitivinícola más competitivo en la primera reunión del grupo de alto nivel sobre política vitivinícola.

Una reunión que tenía lugar esta semana dentro de la comisión europea para analizar la situación del sector del vino e identificar las políticas que se necesitan, a medio y largo plazo, para que pueda seguir desarrollándose y crecer.

Destacan desde la Conferencia Española de Consejos Reguladores Vitivinícolas (CECRV), de la que forma parte Ribera del Duero, que el sector vitivinícola se enfrenta actualmente a graves retos que ponen en peligro su futuro.

El primero de ellos es la disminución del consumo en la última década, de forma constante y con una tendencia que se prevé que continúe en el tiempo. A una ingesta cada vez más ocasional se suma que algunos Estados miembros han adoptado una postura radical contra todas las formas de consumo de alcohol, incluido el consumo moderado de vino.

Otro problema deriva en las dinámicas cambiantes del mercado, donde en estos momentos se da una marcada disminución en el consumo de vino tinto y una caída en las ventas de vinos tranquilos de gama media. A ello se suman las perturbaciones del mercado, donde los esfuerzos para elaborar vinos sin o con bajo contenido de alcohol siguen teniendo dificultades, los mercados de exportación se están estancando y, debido a la situación geopolítica, el riesgo de conflictos comerciales es muy elevado.

No se olvidan tampoco, y así se ha puesto sobre la mesa, de los desafíos climáticos con fenómenos meteorológicos extremos que están causando oscilaciones significativas de producción, lo que añade una mayor inestabilidad al sector.

Durante la reunión, el presidente de EFOW presentó a los miembros propuestas para construir un sector vitivinícola resiliente y competitivo en torno a cinco pilares clave: el apoyo específico al mercado, el refuerzo y flexibilización de las autorizaciones de plantación de viñedos, las mejoras en los canales de comercialización, la promoción de medidas de sostenibilidad, y la garantía de un etiquetado preciso para proteger la transparencia y mantener la confianza de los consumidores.