La posibilidad de arribar a La Vid, Vadocondes, Aranda y Roa en canoa para hacer turismo está abierta
El plan de destinos náuticos fluviales en el río Duero acaba de presentarse en la capital ribereña
Hoy ha sido el día elegido por la Asociación ibérica de municipios ribereños del Duero (AIMRD) para presentar en Aranda de Duero el estudio y el plan estratégico de destinos náuticos fluviales en el río Duero. La Casa de los Fantasmas ha acogido esta presentación, basada en las provincias de Soria y Burgos.
Explica el presidente de la asociación, Jesús Rivas, que el proyecto, que se realiza gracias a fondos europeos, trata de potenciar el producto turístico centrado en actividades fluviales. “Principalmente lo que se intenta es hacer es una unión de actividades entre lo que es la actividad deportiva fluvial y lo que es todo el conocimiento del territorio”, comenta, añadiendo que aprovechando diferentes puntos de escala a lo largo del río los deportistas puedan recorrer el río, pero también los lugares por donde pasa.
Juan Manuel Sánchez es el técnico del proyecto y va más allá. El plan proyecta escalas “donde lleguen los turistas desde su viaje náutico, se pueden bajar y recorrer rutas terrestres y culturales”. Por ello plantea, tras haber realizado un diagnóstico, que empresas locales puedan gestionar el servicio, a través de experiencias turísticas, como ejemplo.
El tramo que implica a la Ribera del Duero Burgalesa se encuentra entre La Vid y Roa de Duero. Un trayecto, explica, Sánchez, que no es navegable para grandes estructuras, pero donde la piragua, la canoa o el kayak pueden utilizarse sin problema. Este tramo daría, comenta, para una ruta de dos o tres días. “Lo importante que es la cercanía con la comunidad de Madrid, de donde son los principales visitantes de la región”, señala el técnico, con el punto de mira, en cuanto a edad, en jóvenes de entre 20 y 30 años de un nivel socioeconómico medio alto “que buscan escapar un poco de la rutina de las grandes ciudades y buscan una conexión con la naturaleza”.
En cuanto a los retos, el primero es el de “promocionar el turismo náutico en Burgos” y que empresas se interesen en explotarlo. De esta manera se aprovecharían los embarcaderos que ya existen para realizar actividades que puedan reservarse de forma online. “Sería muy importante que los agentes turísticos se enamoren de este proyecto y sepan que hay una posibilidad”, termina diciendo.
Hoy ha sido el día elegido por la Asociación ibérica de municipios ribereños del Duero (AIMRD) para presentar en Aranda de Duero el estudio y el plan estratégico de destinos náuticos fluviales en el río Duero. La Casa de los Fantasmas ha acogido esta presentación, basada en las provincias de Soria y Burgos.
Explica el presidente de la asociación, Jesús Rivas, que el proyecto, que se realiza gracias a fondos europeos, trata de potenciar el producto turístico centrado en actividades fluviales. “Principalmente lo que se intenta es hacer es una unión de actividades entre lo que es la actividad deportiva fluvial y lo que es todo el conocimiento del territorio”, comenta, añadiendo que aprovechando diferentes puntos de escala a lo largo del río los deportistas puedan recorrer el río, pero también los lugares por donde pasa.
Juan Manuel Sánchez es el técnico del proyecto y va más allá. El plan proyecta escalas “donde lleguen los turistas desde su viaje náutico, se pueden bajar y recorrer rutas terrestres y culturales”. Por ello plantea, tras haber realizado un diagnóstico, que empresas locales puedan gestionar el servicio, a través de experiencias turísticas, como ejemplo.
El tramo que implica a la Ribera del Duero Burgalesa se encuentra entre La Vid y Roa de Duero. Un trayecto, explica, Sánchez, que no es navegable para grandes estructuras, pero donde la piragua, la canoa o el kayak pueden utilizarse sin problema. Este tramo daría, comenta, para una ruta de dos o tres días. “Lo importante que es la cercanía con la comunidad de Madrid, de donde son los principales visitantes de la región”, señala el técnico, con el punto de mira, en cuanto a edad, en jóvenes de entre 20 y 30 años de un nivel socioeconómico medio alto “que buscan escapar un poco de la rutina de las grandes ciudades y buscan una conexión con la naturaleza”.
En cuanto a los retos, el primero es el de “promocionar el turismo náutico en Burgos” y que empresas se interesen en explotarlo. De esta manera se aprovecharían los embarcaderos que ya existen para realizar actividades que puedan reservarse de forma online. “Sería muy importante que los agentes turísticos se enamoren de este proyecto y sepan que hay una posibilidad”, termina diciendo.